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Vanguardia de Ann Aguirre
Seré un hogar y un refugio para ti. Seria una isla donde el agua no golpeé con furia.
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Vanguardia de Ann Aguirre
Así que cada que mi corazón lata y el tuyo palpite, nuestra canción estará completa.
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Enclave de Ann Aguirre
Mi trabajo no era pensar ni planear. Era una cazadora... y encima novata. Tenia que dejar las cosas importantes en manos de los ancianos.
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Horda de Ann Aguirre
—No eres tan fuerte como pensaba. —Lo sé —le dije, sintiéndome miserable—. Seda siempre me lo decía. Me dijo una y otra vez que tenía corazón de Criadora y que nunca sería una verdadera Cazadora. —Eres más fuerte aún. A pesar de que te quiero, siempre he pensado que no sentías lo mismo que yo. Pero la verdad es que lo único que hacías era esconderlo mejor. Has vivido con ello sin pedirle a nadie que te ayude. Lo siento mucho. Yo… te abandoné, te hice daño, y estaba tan preocupado por ser digno de ti que ni siquiera sospeché que tú también pudieras necesitarme. Mi voz sonó pequeña en la oscuridad. —Te necesito. |
Horda de Ann Aguirre
—¿Alguna pregunta? Tenían un sinfín, y las contestó mientras yo me alejaba. Esperaba haber sonado segura y preparada, pero le corazón me latía como un tambor. Demasiadas cosas dependían de mí; no tenía dudas sobre lo que teníamos que hacer, pero quizá no tenía sentido intentarlo. ¿Quién soy yo para guiar a estos hombres? |
Refugio de Ann Aguirre
… Era como si los viera desde fuera, intentando encontrar sentido a aquellas costumbres que eran tan extrañas para mí. Esto es, pensé al ver el desinterés de Justine mientras apartaba pequeños paquetes para coger los más grandes. De esto es de lo que Edmund estaba hablando cuando dijo que la gente había tenido demasiadas bendiciones. El pensamiento me puso nerviosa porque, a partir de ahí solo había un paso antes de que la gente culpara a Justine por el ataque de los Engendros. Desconocía la razón por la que los monstruos odiaban a la humanidad, pero estaba segura de que no tenía nada que ver con la fiesta de una niña, o con cuántos regalos había recibido.
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Refugio de Ann Aguirre
Entonces me di cuenta, yo no era una Cazadora. Ya no. Aún conservaba las cicatrices, pero aquella ya no era mi profesión, porque aquel modo de vida había desaparecido. Así que negué lentamente con la cabeza. —Lo fui en el pasado. Ahora soy solo yo. Significara lo que significara eso. Tenía instintos, por supuesto, que se habían convertido en parte de mí. Los momentos de calma me molestaban tanto como a Stalker, pero a veces había que esperar para conseguir el éxito en una misión… y temía el fracaso más que la inactividad. |
Enclave de Ann Aguirre
—¿Qué es eso? —Un mechero. —Por primera vez, continuó sin que le hubiera preguntado—. Era de mi padre. Igual que el reloj. Hice una pausa mientras sacaba mi manta de la bolsa. —¿Te acuerdas de él? —Sí. Eso me sorprendió. En el enclave apenas sabíamos quiénes eran nuestros padres. La mayoría moría antes de que fuéramos lo bastante mayores como para reconocer sus rostros, y en cualquier caso tampoco importaba. Todos los Criadores cuidaban de nosotros hasta que llegábamos a la edad de asistir a la instrucción básica. |
Enclave de Ann Aguirre
Había distintos tipos de fortaleza. Yo lo sabía ahora. No siempre tenía que ver con la destreza con un cuchillo, o con la disposición ante el combate. A veces tenía que ver con la resistencia y la entereza de las situaciones difíciles. Otras, con la compasión y el perdón.
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Enclave de Ann Aguirre
Había distintos tipos de fortaleza. Yo lo sabía ahora. No siempre tenía que ver con la destreza con un cuchillo, o con la disposición ante el combate. A veces tenía que ver con la resistencia y la entereza de las situaciones difíciles. Otras, con la compasión y el perdón.
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¿Quién es el autor/la autora de Episodios Nacionales?