Enclave de Ann Aguirre
—¿Qué es eso? —Un mechero. —Por primera vez, continuó sin que le hubiera preguntado—. Era de mi padre. Igual que el reloj. Hice una pausa mientras sacaba mi manta de la bolsa. —¿Te acuerdas de él? —Sí. Eso me sorprendió. En el enclave apenas sabíamos quiénes eran nuestros padres. La mayoría moría antes de que fuéramos lo bastante mayores como para reconocer sus rostros, y en cualquier caso tampoco importaba. Todos los Criadores cuidaban de nosotros hasta que llegábamos a la edad de asistir a la instrucción básica. |