Un caballero en Moscú de Amor Towles
El rey se fortifica con un castillo -comentó el conde -, y el caballero, con un escritorio.
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Un caballero en Moscú de Amor Towles
El rey se fortifica con un castillo -comentó el conde -, y el caballero, con un escritorio.
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Un caballero en Moscú de Amor Towles
el papel de un padre es expresar sus preocupaciones y, después, retirarse 3 pasos
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Un caballero en Moscú de Amor Towles
Le había dicho que nuestra vida la dirigen las incertidumbres y que muchas son desalentadoras, incluso perturbadoras, pero que si perseveramos y conservamos un corazón generoso, es posible que se nos conceda un momento de lucidez suprema, un momento en el que todo cuanto nos ha sucedido se define, de pronto, como el desarrollo necesario de los acontecimientos, y nos hallamos ante el umbral de una vida completamente nueva, esa vida a la que siempre habíamos estado destinados.
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Un caballero en Moscú de Amor Towles
Porque resulta que uno puede revisitar el pasado sin grandes quebrantos, siempre y cuando de por hecho que casi todo habrá cambiado por completo.
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Un caballero en Moscú de Amor Towles
—Cuando echo la vista atrás, tengo la impresión de que hay personas que siempre interpretan un papel esencial en momentos cruciales. Y no solo me refiero a los Napoleones que influyen en el desarrollo de la historia; me refiero a los hombres y mujeres que aparecen repetidamente en las encrucijadas del progreso del arte, del comercio o de las ideas, como si la vida volviera a llamarlas para que la ayudaran a cumplir su propósito. Pues bien, desde el día en que nací, Sofía, solo una vez necesitó la vida que yo estuviera en un sitio concreto en un momento concreto, y fue el día en que tu madre te trajo al vestíbulo del Metropol. Y no aceptaría ser el zar de todas las Rusias a cambio de no haber estado en el hotel a esa hora.
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Un caballero en Moscú de Amor Towles
Me temo que no te he hecho ningún favor, Sofia. Desde que eras niña, te he hecho creer que la vida se reducía, básicamente, a lo que sucede dentro de las cuatro paredes de este edificio. Hemos hecho que el hotel parezca tan amplio y maravilloso como el mundo, para que tú prefieras pasar más tiempo con nosotros aquí. Pero tu madre tenía toda la razón. uno no aprovecha todo su potencial si se queda escuchando Scheherazade en un salón dorado, ni leyendo La Odisea en su cubil. Uno tiene que atreverse a salir a lo desconocido, igual que Marco Polo cuando viajó a China, o como Cristóbal Colón cuando viajó a América." "Pero el momento en que sentí orgullo no fue cuando Anna y tú llegasteis a casa con la noticia de tu victoria. fue antes, esa noche, cuando te vi salir por la puerta del hotel camino del conservatorio. Porque lo que importa en la vida no es si recibimos un aplauso, lo que importa es si tenemos el valor necesario para subir al escenario pese a la incertidumbre del éxito.
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Un caballero en Moscú de Amor Towles
–Como estudioso de la historia y como persona empeñada en vivir el presente, admito que no dedico demasiado tiempo a imaginar de qué otra forma podrían haber sido las cosas. Pero sí me gusta pensar que no es lo mismo resignarse a una situación que reconciliarse con ella.
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Un caballero en Moscú de Amor Towles
–Los tiempos no tienen más remedio que cambiar, señor Halecki. Y los caballeros no tenemos más remedio que cambiar con ellos.
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Un caballero en Moscú de Amor Towles
El conde se enorgullecía de llevar una chaqueta de buena concepción; sin embargo, se enorgullecía aún más de saber que a un caballero no debía presentarlo el corte de su ropa, sino suporte, sus comentarios y sus modales.
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Un caballero en Moscú de Amor Towles
Un buen jugador de ajedrez siempre derriba su propio rey cuando advierte que su derrota es inevitable, sin importar el número de movimientos que faltan para terminar la partida
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Un caballero en Moscú de Amor Towles
Porque es cierto: los tiempos cambian. Cambian sin cesar, de forma inevitable, con inventiva. Y a medida que cambian, hacen que resulten insólitos no solo los tratamientos honoríficos pasados de moda y los cuernos de caza, sino también los llamadores de plata y los gemelos de teatro de madreperla, así como todo tipo de artículos fabricados con esmero que ya han dejado de ser útiles
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Un caballero en Moscú de Amor Towles
A quién ha estado ausente durante décadas de un lugar que amaba , los sabios le aconsejan , por lo general , no regresar jamás .
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Un caballero en Moscú de Amor Towles
Brillar siempre , brillar en todas partes , hasta el mismo final de mis días ... |
La autopista Lincoln de Amor Towles
La sabiduría que el Señor no cree oportuno darnos en la hora de nuestro nacimiento, nos la proporciona mediante el regalo de la experiencia.
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La autopista Lincoln de Amor Towles
Creo que uno debe ganarse el respeto. Uno debe ganarse la confianza. Uno debe ganarse el amor de una mujer y el derecho a llamarse hombre a sí mismo. Y uno debería también ganarse el derecho a la esperanza.
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La autopista Lincoln de Amor Towles
A Emmet lo habían educado para no menospreciar a nadie. Si menospreciabas a alguien, afirmaba su padre, estabas dando por hecho que sabías tanto sobre su suerte, sus intenciones y su comportamiento público y privado que podías comparar su carácter con el tuyo sin temor a errar tu juicio.
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La autopista Lincoln de Amor Towles
Deja que el camino salga a tu encuentro, dicen los irlandeses, y eso era lo que les sucedía a los viajeros intrépidos en la autopista Lincoln. El camino salía al encuentro de todos y cada uno de ellos, tanto si iban hacia el este, hacia el oeste o en círculos.
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Un caballero en Moscú de Amor Towles
Cuando nuestra vida atraviesa un período de cambios, quizá sea inevitable que, pese a la comodidad de nuestra cama, nos quedemos despiertos por la noche, presas de la ansiedad, tanto si nuestras preocupaciones son grandes como si son pequeñas, reales como imaginarias.
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Un caballero en Moscú de Amor Towles
En taza de peltre o de porcelana de Limoges, el café puede vigorizar al laborioso al amanecer, calmar al meditabundo a mediodía o animar al atribulado de madrugada.
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La autopista Lincoln de Amor Towles
Pero ante una tribulación compartida, se nos ofrece una oportunidad, una oportunidad única y preciosa, de estar unidos. No nos zafemos de lo que la providencia ha dejado a nuestros pies. Levantémonos como una bandera y desfilemos hacia la batalla, y dentro de muchos años, cuando volvamos la vista atrás, podremos decir que, pese a estar condenados a días de duro trabajo, lo afrontamos impertérritos y hombro con hombro. Nosotros, nuestro feliz y pequeño ejército, nuestra banda de hermanos.
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Gregorio Samsa es un ...