Si solo fuera un cuento de hadas de Victoria Vílchez Donate
Enamorarse de una persona siempre conlleva un acto de fe.
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Si solo fuera un cuento de hadas de Victoria Vílchez Donate
Enamorarse de una persona siempre conlleva un acto de fe.
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Hasta que te rindas de Victoria Vílchez Donate
--Eres la cita más bonita que nadie podría escribir -le digo, retrocediendo un paso, sin perder de vista su rostro. --Y tú el mejor prejuicio que he tenido jamás.” |
Hasta que te rindas de Victoria Vílchez Donate
Sin apartar la mirada de mí, sostiene mi rostro con las manos y el gesto resulta tan delicado que duele. Me pregunto si esto es lo que se siente cuando alguien te demuestra cariño…
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Hasta que te rindas de Victoria Vílchez Donate
Sin apartar la mirada de mí, sostiene mi rostro con las manos y el gesto resulta tan delicado que duele. Me pregunto si esto es lo que se siente cuando alguien te demuestra cariño…
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Hasta que te rindas de Victoria Vílchez Donate
--Sabes? -- le digo, y él se vuelve hacia mí --. Siempre he creído que el mar es como la vida. A veces en calma, amable y sereno, mientras que en otras ocasiones nos muestra su cara más turbulenta... Feroz y devastador, crees que no te permitirá volver a tierra y, cuando por fin lo consigues, da miedo volver a internarse en él.”
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Hasta que te rindas de Victoria Vílchez Donate
Las luces nocturnas del campus se cuelan por la ventana y me permiten observarla durante largo rato. Es preciosa de esa forma en la que solo lo son las cosas que no se pueden tener. Preciosa y fugaz a pesar de la huella imborrable que ha dejado en mi interior
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Si me dejas quererte de Victoria Vílchez Donate
El amor puede curar las heridas mil veces más rápido que el paso de los años. Pero para ello… para ello tienes que dejar que te quieran. Si me dejas quererte…
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Todo mi otoño de Victoria Vílchez Donate
Al contrario, con cada segundo que pasaba a su lado, con cada conversación, cada broma y cada sonrisa, nada de aquello importaba.
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Si solo fuera un cuento de hadas de Victoria Vílchez Donate
La única razón por la que los cuentos de hadas existen es porque las hadas madrinas los creamos.
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Más que un verano de Victoria Vílchez Donate
—Más que un verano —repitió, tentándola con una sonrisa descarada y esa calidez que empezaba a costumbrarse a ver en sus ojos—. Tú y yo. Piénsalo.
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No me quieres, no te quiero de Victoria Vílchez Donate
—Estás muy buena, eres divertida y una tía legal, además de lo suficientemente inteligente como para no haberte liado nunca conmigo .—Me quedo observándolo sin saber si reírme por pura desesperación o ceder al llanto—. Y, por si fuera poco, mi hermano te adora. Así que ándate con cuidado con ese tío. Si parece un cabrón y actúa como un cabrón es porque es un cabrón. Te lo dice uno de ellos.
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No me quieres, no te quiero de Victoria Vílchez Donate
Meto la cabeza bajo la almohada y vuelvo a dejarme llevar por la inconsciencia, pero esta vez es el edredón el que desaparece. Lo sé porque, además de percibir la ausencia de su peso sobre mi cuerpo, de repente tengo el culo al aire. —Ya te estás levantando —me ordena la conocida voz de Zac, que tiene un matiz desagradable poco común en él. Y es entonces cuando recuerdo la discusión de la noche anterior, el penoso regreso llevando a rastras a Marta hasta su casa y el incómodo silencio que se estableció entre mi compañero de piso y yo al quedarnos solos. (…) Genial, solo llevo una camiseta de tirantes y un tanga –de ahí el fresquito de mi trasero-.Al menos es uno de esos con bordados, encaje y toda la parafernalia. —¿Te importa? —le digo, y tiro del edredón para volver a taparme. Él lo agarra con más fuerza. —No tienes nada que no haya visto antes. No es lo que dice, sino cómo lo dice. Que emplee ese deje despectivo me hace comprender que mi comentario de anoche no debió de sonar demasiado bien. ¿Y qué hago yo a continuación? ¿Disculparme? Pues no, me subo en el burro y ya veremos quien se baja antes. Me pongo en pie, no sin antes frotarme los ojos, y me planto frente a él. (…) —No te cortes —comento, con las manos en la cintura y sacando pecho—. ¿Quieres que me quiete la camisa? Total, también me has visto las tetas antes, ¿no? Lo digo completamente dispuesta a desnudarme solo para quedar por encima de él, por muy absurda que resulte la situación. Y lo peor es que pienso que no estoy haciendo el ridículo. (…) —No hay huevos —Se cruza de brazos y esboza la primera sonrisa desde nuestra disputa. + Leer más |
No me quieres, no te quiero de Victoria Vílchez Donate
Odio que cada vez que irrumpe en mi vida me convierta en una mezcla de niña enamoradiza, enferma sexual y loca despechada.
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Cual es el nombre completo de Dumbeldore?