Las malas de Camila Sosa Villada
Y te tomé en mis brazos y te amamanté con ese río aceitoso que me brotaba del pecho, y el mar llegó hasta la ciudad y trajo consigo peces nunca vistos que cantaban para tu sueño canciones saladas como lágrimas, y la luna bajó muy cerca y yo agradecí al viento porque lo sentía en tu rostro, y agradecí a la arena porque era el patio de nuestra casa, y también estuvieron las reinas magas con sus regalos de morondanga, asustadas, con los dientes cantando de miedo en la boca. |