Perdóname, Honorato, por no confiar en ti, pero un momento de vacilación no define una vida. Compré el libro porque estaba de oferta y era de Balzac. ¿Para qué mirar de qué iba? Cuando iba a leerlo sí estuve cotilleando: un suceso real acaecido durante la infancia de mi querido Balzac (no te leo mucho, pero siempre te disfruto), Napoleón por aquí, policía por allá y Fouché. «Se lee como una novela policiaca». Ahí ya me rendí y remangué... Empecé, seguí... y sí, me vi tentada a abandonar. No en una, en tres ocasiones. Y no lo hice, porque eras tú. ¿Ves? No lo llamaría novela policiaca y seguro que tú tampoco, pero qué maravilla cuando todas las piezas hicieron "clic" y te quedas pensando en que con esa chapuza nos haces ver "el alzamiento" de una burguesía con unos objetivos muy claros, la crítica (no tan velada) a esa búsqueda del enriquecimiento personal dejando de lado cualquier ideal. |