El prólogo, del propio autor, nos orienta, de forma extensa, acerca del contenido del libro y el por qué del mismo, para que entendamos su enfoque, exponiendo a la perfección las diferencias entre personas y animales, incidiendo mucho en las costumbres de cada cual. Así, a través de cinco cuentos, todos ellos ambientados en la Francia del S. XIX, con un vocabulario madurado y ejercido en aquellas, nos introduce en la época. 1. La casa de El Gato Juguetón: un padre y una hija que se salen de la norma, y me encantan, uno permitiendo a su hija casarse con quien realmente quiere, y la otra actuando en base a lo que siente en todo momento. 2. El baile de Sceaux: nos habla de la política del momento, de la nobleza, la revolución... Y de una joven que para nada quiere regirse a lo que se ha establecido para las de su edad. 3. Vendetta: de nuevo, una joven de la época, que se sale de la norma, negándose a casarse e invirtiendo su tiempo en lo que realmente le apetece ocuparlo: la pintura. 4. La bolsa: poco puedo contar. Un pintor, una madre y su hija, que se conocen de forma un tanto extraña, generándose así una excesiva confianza entre ellos. 5. La amante imaginaria: enfrentamientos dispares entre burguesía, aristocracia, revoluciones... Además de un casamiento por interés, como siempre, económico. Diría que son cuentos históricos y costumbristas con los que se nos muestra un aprendizaje que transgrede a su época. Me han recordado, los dos primeros cuentos, a Orgullo y prejuicio, siendo mis favoritos. A esas novelas de antes que, de alguna manera, no quieren regirse a lo que ha sido establecido para ellxs. Y me parece fantástico. Esto nos demuestra que, en otras épocas, también había personas con ganas de ser libres, en busca de una libertad merecida y pocas veces concedida. + Leer más |