Delbaeth Rising: Camino de odio

Delbaeth el Cortador es un gladiador de éxito en las arenas. Es la vida que ha conocido durante mucho tiempo, de hecho, se ha criado como esclavo, una vida de combates a muerte. Pero un día pierde y es comprado por un anciano mago, el cual le cura de sus heridas y luego le da la libertad. al mismo tiempo, Gumbald el Rubio es un extranjero que ha conseguido convertirse en la mano derecha del rey. Gracias a esto le permite introducir una nueva religión basada en el odio a todo lo diferente. Ese nuevo culto se va extendiendo como la pólvora por todo el reino y amenaza, incluso, con derrocar al rey. Un grupo de guerreros se alzan para combatir contra este mal.

En cuanto a los personajes, encontramos un Delbaeth bastante infantil y caprichoso. Va a estar acompañado por Ratón, un mediano, que sí va a tener una buena evolución y es el que da cordura y sensatez al dúo, además de intentar siempre conducir al elfo por el buen camino. Tendremos otros personajes secundarios pero de escasa importancia, ya que sus participaciones son mínimas. Por ello, sus construcciones también serán poco elaboradas.

El punto más fuerte de esta novela es, para mí, el worldbuilding. Los autores han tomado elementos clásicos del género fantástico y los han adaptado a sus necesidades, dándole un toque muy oscuro. Tenemos un mundo envuelto en odio y violencia, especialmente el interracial. También está lleno de fanatismo, especialmente por parte de los humanos, los cuales van a ir acechando constantemente a los seres fantásticos. de hecho, tenemos juegos de gladiadores, y si es hasta la muerte pues más entretenido.

Sin embargo, en ocasiones los diálogos no están del todo conseguidos. O para ser más preciso, las palabras que se usan. En muchas ocasiones Delbaeth emplea expresiones coloquiales, a veces vulgarismos, de nuestra sociedad actual. Y eso es, por lo menos, raro y chocante verlo en un elfo de un mundo de fantasía. Expresiones tipo "no me ralles", "no me des la chapa", etc. No se comporta ni habla como un elfo centenario, sino más bien como un crío barriobajero de 12. Son diálogos que te sacan de la historia.

Una trama llena de mucha acción y de combates, con un ritmo constante y muy bueno en su mayor parte, que mantendrán al lector pegado a la lectura. Las descripciones que hacen los autores son excelente y muy variadas y dinámicas. Es muy sencillo imaginar todo el mundo creado. Un pero que le pondría sería que a veces hay una sucesión tras otra de batallas, tantas que el ritmo se hace demasiado precipitado o apresurado, y un final precipitado.
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