Aviso: esta reseña contiene spoilers de los 7 primeros tomos de este manga, ya reseñados. Recomendamos esta obra encarecidamente, merece mucho la pena acompañar a Yaguchi en su viaje de autodescubrimiento a través del arte. Yaguchi ha alcanzado el olimpo al aprobar el examen de ingreso a la Universidad Nacional de Bellas Artes y Música de Tokio. Ahora, él y su desmotivación se enfrentan a su próxima tarea: “paisaje de Tokio”. Mientras tanto, llegan las vacaciones de verano, donde le aguardan los preparativos de su primer gran acto en la Geidai: el festival cultural de la universidad. Tras dejarnos a un Yaguchi destrozado en el tomo anterior, aquí volvemos a ver a ese chico perdido durante las primeras páginas. Sin embargo, a través de un monólogo interior, vemos cómo se recompone y evoluciona de una manera magistral, todo acompañado de viñetas preciosas y grandes composiciones. En este tomo se nos presentan otros miembros de su clase, todos personajes muy peculiares e interesantes que te caerán mejor o peor, pero cada uno es muy realista y único. Destaca en este caso Kinemi, a la que conocemos un poco ya en el tomo anterior, pero en este tiene un papel más protagonista y ha logrado ganarse mi corazón. Como siempre, Blue Period continúa sorprendiendo. Sí me da la sensación de que en este tomo pasan menos cosas, pero porque es más una presentación de personajes, se nos introducen nuevas problemáticas y compañeros para Yaguchi. Con este plantel tan variopinto, esta nueva etapa parece muy interesante y tengo muchas ganas de continuar. Irbis. + Leer más |