Muerte del árbol con el que se hicieron las manos, caída del árbol que se rompe…
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Muerte del árbol con el que se hicieron las manos, caída del árbol que se rompe…
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Cada día es un árbol que cae. Como si una voz me hubiera despertado con esas palabras. Mi propia voz, la de mis células más secretas, la de los oráculos y los sueños, la que clama en la embriaguez y susurra en la agonía. Cada día es un árbol que cae. Y he visto el declive del día y la caída del árbol...
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Ahí están todos nuestros símbolos -los suyos y los míos- presentados como en un gabinete de anatomía.
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Ella siempre ha vivido para ver, lo que le ha dado no solamente altura sino también distancia.
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Gregorio Samsa es un ...