La gata sobre el tejado de zinc caliente

La gata sobre el Tejado de Zinc es un clásico llevado al cine, en la película actuaban dos grandes actores Elisabeth Taylor y Paul Newman. La verdad, es que tengo recuerdos de la peli, pero no mucho y quiero volver a verla.
Esta obra de teatro va de una familia sureña, con la mayor propiedad de algodón del Delta que celebra el cumpleaños del padre. Es una obra de relaciones familiares, de hipocresía, de ambición... Pero, que se queda coja... Está claro que en 94 páginas no cabe ningún desenlace, pero la forma de acabarla tan brusca hace que se quede a medias, por lo menos desde mi punto de vista.

Joya a reivindicar.
El libro es un ejemplo de construcción de personajes sólidos (en muy pocas páginas) en el que la falsedad, la decadencia derivada del convencionalismo y la costumbre, y el cinismo son los rasgos predominantes.
Los diálogos son endiabladamente agudos, afilados y veloces, tanto que a veces te obligan a detenerte e ir hacia delante y hacia atrás para deleitarte con momentos y frases, algo que creo que se escaparía en una representación teatral (o al ver la película del 1958 protagonizada por Elizabeth Taylor y Paul Newman).
Además, trata (aunque al final no profundiza) con cierta normalidad temas muy adelantados para la época (1955), tales como la homosexualidad.
He disfrutado mucho leyéndolo.

Este libro es un clásico adelantado a su época, tratando temas sociales de una forma discreta.