El gato que curaba corazones

Sin embargo, desconocia mi regla numero uno en esta vida: nunca te fies de un hombre al que no le gustan los gatos

Mi instinto gatuno me lo habia dicho y mi instinto gatuno no fallaba nunca

He aprendido a base de golpes lo importante que es la compasion. Se lo que se siente cuando no se tiene a nadie.

Tampoco puede decirse que uno se llegue a curar por completo. Siempre queda una parte que sigue curandose, que sigue doliendo, pero acaba convirtiendose en una parte de nuestra personalidad y acabamos aprendiendo a vivir con ella.  

Alguien me dijo una vez que lo mejor que puedes hacer por tus hijos es ser capaz de cuidarlos adecuadamente. 

Me pregunto si el mundo no seria un lugar mas agradable si los humanos fueran gatos. 

Necesitaba una familia, amor y seguridad. Eso era todo lo que queria, todo lo que ansiaba; lo unico que le pedia a la vida

Mi Margaret solia decir que las personas enfadadas eran, en realidad, personas infelices y ella es la persona mas sabia que he conocido.

La gente cree que los gatos somos interesados y egoistas, pero la verdad es que eso se aleja bastante de la verdad. Yo era un gato dispuesto a ayudar a quienes lo necesitan. Era un gato afable y generoso con una mision nueva y muy especial: ayudar a los demas. 

Por norma general no soy un gato criticon, pero me enorgullezco de cuidar mucho mi aspecto.