—No juzguéis a un hombre por los ideales que afirme defender —continuó Kip—; júzgadlo por sus actos. Mirad lo que ha hecho el Príncipe de los Colores. Está mal, Teia. Son mentirosos y asesinos. Eso no significa que lo que hagamos nosotros esté bien. No significa que a nuestra casa no le haga falta una buena limpieza. Es solo que no creo que debamos quemarla hasta los cimientos para sanearla.
|