A fuerza de hablar en su seminario a lo largo de tanto tiempo, de exprimir una y otra vez las palabras y las sílabas, había terminado por vaciarlas de sentido
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A fuerza de hablar en su seminario a lo largo de tanto tiempo, de exprimir una y otra vez las palabras y las sílabas, había terminado por vaciarlas de sentido
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¿Amigos? Los amigos no existen. Y, si existieran, usted no sería uno de los míos. Pero no se altere: tampoco posee la estatura para ser mi adversario.
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¿Cuántas novelas hay en la serie Harry Potter?