El cielo en tu mirada: Hasta que llegaste 1

No es la primera vez que María Viqueira se deja caer por este rincón y técnicamente ya es el cuarto libro suyo que leo y reseño (si tenéis curiosidad por ver mi opinión de su anterior trilogía fantástica, los tenéis enlazados al final de esta opinión). En ese sentido, iba un poco sobre seguro confiando una vez más en su estilo, en su forma de narrar y en la calidad de sus personajes. Únicamente me he lanzado a ciegas respecto al argumento de esta novela, que resulta ser un cambio de registro total dado que es romántica pura. El Cielo en tu Mirada es una primera parte autoconclusiva, lo que indica que el resto de novelas que seguirán serán independientes en cuanto a trama y quizás tenga alguna conexión de personajes o escenarios, pero la historia que aquí se narra queda planteada y resuelta en este libro, así que tampoco es impedimento para tratarlo como “otra trilogía/saga/serie más”. de hecho, si queréis ver algo más sobre los que nos ha provocado a mí y a otros lectores este libro, podéis ir a curiosear en el hashtag #LCElCieloEnTuMirada como parte de la lectura conjunta que hemos ido compartiendo por Twitter.

En esta ocasión, la autora se centra en los dos personajes principales y protagonistas, Andrea y Noel: ella, una estudiante que deja Madrid huyendo de sí misma y de la persona en la que se ha convertido a raíz de un hecho traumático y él, un aspirante a piloto de familia rica que deja Nueva York para volver a sus raíces en Valencia. Entre ellos se establece un romance bonito y sencillo, aunque no demasiado pasional. Desde mis propias sensaciones, he sentido que había cariño, que se gustaban, que se ayudaban mutuamente pero tampoco he conectado demasiado con ellos como pareja, porque quizás me ha faltado algo más de química explosiva, de escenas más potentes o con más tensión conflictiva porque, básicamente, su relación se va fraguando entre citas muy cuquis, películas palomiteras de Pixar en casa y conversaciones sobre sus pasados o sus aspiraciones, su familia o sus amigos. No es un slow burn y tampoco podría calificarlo de instalove, pero sí que es cierto que desde la primera escena se han fichado el uno al otro, se han gustado y, quitando los primeros capítulos, todo lo demás es para adelante sin retroceder, salvo una única excepción que se reserva para la traca final.

Tanto Andrea como Noel me han gustado como personajes, pero sé que no se convertirán en favoritos porque no han conseguido que me enamore por completo de ellos, quizás por su forma de ser o quizás por su forma de manejar las situaciones que se les plantean. Es indudable que la construcción de ambos está muy trabajada en profundidad ya que una parte importante de la trama se basa en sus historias pasadas que les dan forma ahora en el presente, pero por algún motivo más profundo que lo que queda plasmado en el papel, no son mi tipo de personaje con los que emocionarme (en el sentido de encariñarme con ellos, para que se entienda mejor). Aunque desde luego no tengo problema en reconocer que mis verdaderos amores en este libro han sido los múltiples y carismáticos secundarios que hay dispersos por toda la novela. Por ejemplo, encontramos a Leo y Cristian como los escuderos de Noel y a Lucía y Claudia como las de Andrea, aunque estas amistades tan simétricas y triangulares me hacen sospechar tratándose de una trilogía por las conexiones que se establecen entre los seis cuando se conocen. Por el momento, nada se sabe de los siguientes libros así que todo pueden ser especulaciones.

De todas formas, creo con sinceridad que el mayor punto fuerte que tiene la novela son los temas que trata, la forma en que los aborda y las filosofías de vida que deja entrever a través de sus dos personajes principales. Ambos han sufrido y cada uno ha seguido con sus vidas a su manera. Hasta llegar donde están ahora han pasado por mucho y nosotros lo vamos descubriendo poco a poco: lo que les pasó, cómo lo afrontaron, si lo han superado o no, las decisiones que tuvieron que tomar para seguir adelante y cómo les afecta en la actualidad en su modo de relacionarse… No es un drama total porque la novela no va de eso ni se recrea en escenas escabrosas porque, como ya avisa el trigger warning de forma muy adecuada, aunque toca ciertos temas sensibles, no lo hace a tal profundidad como para que nos afecte seriamente si no es un tema personal para nosotros como lectores. Aun así, los tramos en los que se tratan cuestiones delicadas como puede ser una violación grupal están reflejados con un realismo pasmoso, ya que no cuesta nada visualizar la terrible escena (y menos si añadimos la nota personal de la autora al final del libro con la que es muy fácil sentirse identificada si alguna vez nos hemos visto solas, de fiesta, con una copa de más y con tela de menos en el cuerpo).

Sin embargo, pese a todo ello, he echado en falta un conflicto real presente porque la verdad es que los conflictos de los personajes son internos (en el caso de Noel, ni siquiera hay un conflicto, simplemente es parte de su historia personal antes del primer capítulo) y entre ellos tampoco se genera ninguna tensión que no sea la propia de una pareja que se está conociendo, no hay problemas externos, no hay giros de los acontecimientos con los que sufrir por ellos… Dicho de otro modo, el motor de la historia va al ralentí suavemente en el día a día de la relación, conociendo a los personajes a medida que se conocen entre ellos pero no hay ningún hándicap que haga peligrar la relación porque ni siquiera los fantasmas que arrastra Andrea son un impedimento fuerte que la separe de Noel (y yo que me alegro por ella en lo personal, eh, pero hablo de la falta de conflicto narrativo). Sí que es cierto que muy hacia el final de la novela hay un quiebro de guion que no me esperaba para nada, dado que está situado a muy pocas páginas de los últimos capítulos y como desenlace tenso logra remontar el ritmo pausado del resto de la novela. Para mí ha sido impredecible y tampoco es que haya muchas pistas a lo largo del libro para que sospechemos, aunque supongo que de eso se trata. Las reacciones de ambos protagonistas ante ese descubrimiento hasta me han hecho cambiar la opinión que tenía hasta ese momento de cada uno de ellos, llegando incluso a pensar que nada de lo que había dicho Noel hasta entonces se lo creía ni él, si se rinde tan fácilmente al menor problema que le impida ser feliz. Por el contrario, la reacción de Andrea me ha parecido menos sobreactuada y más natural, más comprensible y acorde con el resto de su personalidad.

Por otro lado, debido quizás a esa falta de giros argumentales o tensión lectora en gran parte del libro, en algunos pasajes me ha dado la sensación de ser un libro como estirado, como alargado con escenas que podrían perfectamente no haber estado (sobre todo varias de interacción con los respectivos grupos de amigos que a veces se me han hecho algo repetitivas). No quiero decir con ello que “por culpa” de tener escenas de más se me haya hecho aburrido porque la prosa de María Viqueira no permite que lo sea. Los capítulos son muy cortitos (el libro tiene más de 60 de pocas páginas cada uno) y muchos de ellos transcurren entre diálogos y escenas distendidas entre amigos o entre la pareja. Además, uno de los aspectos de los que siempre disfruto mucho en cualquier novela es la inclusión de detalles frikis y referencias y este libro está plagado de guiños a películas, a otras novelas y a otras autoras contemporáneas. Hay frases reflexivas en casi todas las páginas, se mencionan canciones actuales en paralelismo con la trama y el mensaje que deja la novela al terminar no podría ser más acertado para una novela feel good, que en definitiva es lo que es.

En otras palabras, me he encontrado una historia de personajes para disfrutar leyendo con sus conflictos internos y su día a día en medio de un romance bonito y sencillo. Como extra, la edición es preciosa se mire por donde se mire empezando por el libro físico en sí, con esa bonita portada acuarelada, con las solapas que le dan un refuerzo muy cómodo para leer y las ilustraciones interiores de Lorena Pacheco. Es decir, que en general ha sido una lectura muy agradable tanto por dentro como por fuera y que merece mucho la pena incluso sin haber leído anteriormente a María Viqueira. Desde luego, es una novela a tener en cuenta si lo vuestro es el romance, con un toque de sentimentalismo o drama, sazonado con bastante humor de la mano de secundarios de lujo y con una prosa hábil que os haga ir pasando páginas distraídamente mientras os emocionáis entre tanta frase para reflexionar sobre la vida y vuestro modo de vivirla.
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Andrea es una joven madrileña de 21 años que se traslada a Valencia para continuar sus estudios. Se muda a una casa, en el mismo campus donde va estudiar, con dos amigas de la infancia. Un suceso terrible, ocurrido dos años antes, rompe su mundo en pedazos y tarda mucho tiempo en recomponerse, pero poco a poco logra salir a flote.

Noel deja Nueva York poco después de la muerte de su hermano pequeño. Regresa a su Valencia natal para cursar un Máster en la misma unidad en la que están sus mejores amigos.

Andrea y Noel serán vecinos y se irán conociendo a lo largo del verano. Ambos grupos de amigos se terminarán fusionando poco a poco.

En la novela no sólo tenemos el romance entre los protagonistas, una bonita historia forjada a fuego lento, con sus altos y bajos, mal entendidos, desconfianzas y reconciliaciones. También nos muestra el poder de la amistad y el bien que puede hacer el apoyo de familia y amigos cuando uno lo está pasando mal.

Me han gustado mucho los personajes, tanto los principales como los secundarios, y estoy deseando leer las historias de algunos de ellos.

Noel es todo luz y amabilidad a pesar del sufrimiento por la muerte de su hermano. Está al lado de sus amigos, a los que conoce desde la infancia, y los apoya aunque no le gusten algunos de sus comportamientos. Es un protagonista estupendo.

Andrea es más insegura y no se valora como debería. le ha costado mucho dejar su pasado atrás y le cuesta un poco confiar en la gente.

Me gusta el tratamiento que la autora le da a algunas situaciones delicadas. Lo hace con delicadeza y sin hacer polémicas. Son temas muy duros y complejos y no siempre es fácil plasmarlos en una obra de ficción.

Ya conocía la pluma de la autora y compré el libro si leerme el argumento, ya que estaba segura de que me iba a gustar. Afortunadamente acerté.

Es una lectura ágil, entretenida y adictiva. al principio me liaba un poco con los nombres porque eran muchos de golpe, y algunos demasiado parecidos, pero enseguida pillé el truco para diferenciarlos.

María Viqueira logra que conectemos con los personajes y nos metamos dentro de la historia. En ocasiones me cuesta un poco entender a los personajes del New Adult porque mis veinte años quedan más bien lejos. Pero en este caso no he tenido problemas. Se nos narran vivencias juveniles, que bien pueden ser reales, con las indecisiones y exageraciones propias de la edad, y no me cuesta ningún trabajo comprenderlas y empatizar con los personajes.

Aunque no es un libro corto no se hace pesado. He tenido que intercalar la novela con otras por falta de tiempo, y exceso de conjuntas, pero no me costaba ningún trabajo recuperar el ritmo al retomarla lectura. He disfrutado mucho con el romance de Andrea y Noel y estoy deseando leer más libros de la serie.

Bonita historia de superación.
Es una historia de superación, sencilla y muy bien contada en primera persona por ambos protagonistas de forma alternativa. Me ha sorprendido y no esperaba que me gustara tanto, si que en ocasiones me ha parecido algo lineal, esperando que ocurriera algo, pero me ha parecido muy bonita y donde todo sucede muy poco a poco. Tanto Andrea como Noel tienen sus problemas, guardan secretos y dolor del pasado, están rodeados de los mejores amigos que se pueden tener. Es todo como muy cotidiano, la vida universitaria, sus practicas, sus trabajos, series de televisión, música, libros y películas. También toca temas más delicados y creo que con mucho tacto y sensibilidad, creo que muy bien documentada e informada.

Es una lectura muy amena y entretenida donde vemos que desde que se conocen surge algo entre ellos, Andrea es una chica triste, solitaria aunque esta rodeada de gente, con la autoestima muy baja, le cuesta seguir adelante, sabemos que algo le pasa, pero hasta más de la mitad del libro no sabemos el motivo de su actitud, Noel es todo alegría y vitalidad, es el motor que necesitaba Andrea, quien tira de la relación en todo momento, aunque ha sufrido una gran perdida, vive con optimismo, intentando disfrutar al máximo la vida.
Casi al final hay un giro que no me esperaba para nada, es decir, esperaba algo, pero no eso y me ha dejado impactada, creo que en ese momento ambos se dejan llevar de forma equivocada, pero al final lo resuelven de forma genial, con hechos, demostrando sus verdaderos sentimientos el uno por el otro.
Los amigos son entrañables, cada uno a su manera, tenemos otra relación entre el grupo de amigos y estoy deseando leer los siguientes libros y ver que pasa con ellos.
En resumen, me ha parecido un libro muy completo, con muchos sentimientos, con personajes entrañables, desde Paco a Cris, tierno por momentos, sobre todo con los perritos, que te remueve por dentro en muchas partes, en otras te cabreas y en otras te deja con una sonrisa en la boca.
Lo recomiendo.

Somos lo que nos va sucediendo en la vida, para bien o para mal. Cada una de nuestras experiencias nos van moldeando hasta convertirnos en quienes somos hoy día y nos marcan en nuestra relación con nosotros mismos y con los demás.

Andrea ha vivido un episodio terrible del que no se ha recuperado totalmente. A partir del que es muy difícil volver a ser la misma aunque hayas logrado reconectar con una parte de ti. La vida de Noel no ha sido un camino de rosas, pero mira al futuro con optimismo y se esfuerza por mantener a raya el rencor que pueden provocarle ciertos acontecimientos pasados.

Juntos construyen una historia muy bonita. La naturalidad, seguridad en sí mismo y frescura de Noel se entremezclan con la falta de autoestima, desconfianza y reticencia de Andrea, generando diálogos y situaciones con mucho gancho que invitan a seguir leyendo, a querer saber más de esta pareja. Ir descubriendo sus propios fantasmas pone el punto dramático, cómo van afrontando esos descubrimientos el romántico.

El cielo en tu mirada es una novela que pone sobre la palestra una temática terrible y delicada, pero que debe abordarse porque es la mejor forma de darle visibilidad. María Viqueira lo hace con delicadeza y respeto. Y aunque se ve venir la naturaleza de ese suceso traumático, la historia no pierde fuerza porque la facilidad con la que se conecta con los personajes está por encima del factor sorpresa que podrían tener los giros de la novela.

Estamos ante una historia que habla sobre el amor en el sentido más amplio (amigos, familia, pareja...), sobre su capacidad de reconfortar, dar sustento, ayudar a remar... Y también sobre lo importante que es buscar ayuda cuando estamos emocionalmente perdidos. Una novela de segundas oportunidades que nos recuerda que lo último que debe perderse es la esperanza. Es la primera entrega de una serie que promete, pues sus secundarios, con su carisma, también saben llegar al corazón y dejarnos con ganas de saber más sobre ellos.

Diferentes intensidades
Andrea necesitaba un cambio en su vida, por ello se decide a aceptar la beca que le ofrece una universidad valenciana, la misma en la que sus amigas están estudiando. Así, comienza su verano adaptándose a su nueva vida y atreviéndose a todo un poco. Noel vuelve a Valencia después de haber vivido en Nueva York durante muchos años, tiene muchas ganas de volver a su todo, sus amigos, su entorno, volar… Prometió que iba a brillar y piensa hacerlo.
La historia de este verano nos acerca a dos realidades bastante comprometidas de la mano de ambos protagonistas. En este aspecto es una historia que se centra en cómo nos encontramos con respecto a nosotros mismos y cómo eso influye en nuestro trato con los demás.
Andrea, por ejemplo, querrá darse la oportunidad de recomponerse y poder creer que merece ser feliz. Por ello, su historia nos enseñará el esfuerzo, casi diario, de intentarlo una vez más. Por su parte, Noel está decidido a vivir la vida con la intensidad de una estrella, su optimismo nos llevará a entender que si nos dejamos, al final realmente caemos y es cierto que no es fácil, pero merece la pena. Sin embargo, como es lógico, si consiguieran ser siempre así no tendríamos desarrollo, así que encontraremos sus peros: Andrea no puede relacionarse con hombres y Noel no puede no arrasar con su optimismo.
La trama, por tanto y como os imaginaréis, consistirá en cómo ambos personajes se conocen, luchan juntos y pasan muchas cosas…
Escalar la montaña
Hay que reconocer que la novela es bonita, tiene unos personajes que son interesantes, que tienen un pasado que sí que nos conmueve y nos acerca a ellos. Además, los secundarios son muy entretenidos (por ejemplo, hay un personaje que se llama Valeria que me ha encantado y espero que se haga libro de ella) y las situaciones hay que reconocer que son cómicas.
Laura, entonces, ¿dónde está el pero? Realmente, llevo planteándomelo toda la mañana, porque todo lo que os he dicho anteriormente lo siento así, y me cuesta definirlo. Por lo pronto, quizá me fastidia un poco que el «gran drama» se dé en el último tercio del libro.
A veces me da la sensación de que no se deja el espacio suficiente para que suceda el golpe a la relación que siempre esperamos y en esta novela es muy muy breve y pequeño en acción en comparación con el resto de la trama.
Por otra parte, la novela se me ha hecho muy larga, me ha costado mucho llegar al final y, si lo pienso de manera fría, cuando intento recordar momentos clave en la narración me salen muy pocos si miro el número de páginas y el tiempo que he estado leyendo.
Con la mano en el corazón
Lo cierto es que la puntuación que doy a la obra me parece menor de la que se merecen sus protagonistas, sobre todo Noel, ya que son personajes con los que puedes congeniar y a los que se les comprende muy bien. Sin embargo, la sensación que tengo de la novela, de su historia en general, es de cierta pesadez y decepción, muy lento, muy denso.
No obstante, os la recomiendo, por lo que os digo los personajes merecen mucho la pena y siendo objetiva la novela entretiene. Entiendo a las personas que me dicen que la han disfrutado, porque lo que lamento es no haberlo hecho yo también. Estos son mis peros, pero espero que podáis disfrutarla.

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