Ojos de agua

Ojos de agua es el primer tomo de la trilogía con Leo Caldas, sigue La playa de los ahogados (2009) y El último barco (2021) que yo leí en primer lugar y que me hizo conocer el estilo particular de Villar : lento, metódico, lógico, con buen vocabulario. Inútil decir que me encantó. Ojos de agua lleva más de 23 ediciones, un exitazo.

Este primer tomo tiene el mismo tempo de El último barco, aunque es muchísimo más corto. El título lo da el apodo de la primera víctima en el libro, un saxofonista con ojos de un azul de agua, preciosos.

Aparece también Rafael Estévez, el asistente de Caldas, recién llegado de Zaragoza, exiliado en Galicia por medidas disciplinarias y que no se acostumbra por 3 razones : lo impredecible del clima en variación constante, la pendiente de las calles de la ciudad y la ambigüedad del hablar de sus gentes. Con este propósito hay algunos diálogos muy divertidos.

El inspector Caldas es siempre el mismo : un personaje taciturno, muy preocupado por su padre, muy amante de su ciudad, solitario con una ruptura sentimental reciente. Es la antítesis del inflamable (y algo grosero) Estévez, pero el binomio funciona a maravilla.

El caso del saxofonista progresará lentamente y se irá complicando. No quedará ningún cable suelto con un final que logró sorprenderme por lo osado. Buena lectura.


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