Este libro de Viladés es una decepción, el texto teatral es una acumulación de lamentos de dos amigos que han fracasado en la vida sin el motor de un conflicto que haga avanzar la acción dramática y genere interés en el lector. Teatro de autoayuda podríamos calificarlo. No hay riesgo, no hay emoción, no hay tensión dramática, solo lamentos y amargura de dos amigos que no han tenido una vida plena, bien por su oculta condición sexual, bien por una incapacidad para vivir a gusto con uno mismo y para ser conocedor con tolerancia de sus propias limitaciones. Dos personajes que engarzan una queja tras otra contra la vida que se han labrado, contra los que le rodean, contra la sociedad, ni siquiera el sorprendente final logra dejar otro sabor en la boca que no sea el de la hiel.
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