Esta tarde llueve, como nunca; y no tengo ganas de vivir, corazón.
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Esta tarde llueve, como nunca; y no tengo ganas de vivir, corazón.
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Estáis muertos, no habiendo antes vivido jamás. Quienquiera diría que, no siendo ahora, en otro tiempo fuisteis. Pero, en verdad, vosotros sois los cadáveres de una vida que nunca fue. Triste destino. El no haber sido sino muertos siempre. El ser hoja seca sin haber sido verde jamás. Orfandad de orfandades.
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Ignoro lo que será del enfermo esta mujer, que le besa y no puede sanarle con el beso, le mira y no puede sanarle con los ojos, le habla y no puede sanarle con el verbo.
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Únicamente está solo, de soledad humana, el lugar por donde ningún hombre ha pasado.
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Hoy me gusta la vida mucho menos, pero siempre me gusta vivir: ya lo decía.
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¡Amado sea el niño, que cae y aún llora y el hombre que ha caído y ya no llora!
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¿Con qué frase empieza esta novela?