Reconozco que hacía muchísimo tiempo que no disfrutaba tanto de una novela romántica; sin bien debo decir que La princesa del Imperio caído es mucho más que eso, y difícilmente puede etiquetarse en un solo género. La ambientación de fantasía con esa inspiración árabe que tanto recuerda a los oníricos escenarios de Las Mil y una noches, las aventuras, las intrigas y la acción, convierten al libro de J. M. Suárez en una obra absorbente que nos roba el corazón y en ocasiones también el aliento sobre todo en los puntos en que se precipitan los acontecimientos. Si bien la novela es la primera de lo que será una bilogía, no he tenido esa sensación de encontrarme ante un libro meramente introductorio, puesto que muy pronto ha cogido buen ritmo y he conocido los secretos y motivaciones de los personajes de manera progresiva y muy bien entrelazados con la trama. Amira debe volver al vasto Imperio de Zahar para cumplir un encargo para el propio sultán. La artista, reacia a realizar el trabajo que le ha conseguido su protector, se verá obligada a ocultar su identidad durante el viaje y estancia en el Imperio por una buena razón que podría costarle su vida. Tanto a lo largo del periplo como a su llegada, Amira se verá en vuelta en una serie de intrigas y aventuras que pondrán una y otra vez a prueba su capacidad de sobreponerse en la vida. Y, por supuesto, conocerá a Abdul, Gran Visir del reino, en cuya turbadora persona tendrá que decidir si puede contar con un ferviente aliado o si se trata únicamente de un diligente siervo del sultán. Me parece de justicia señalar la belleza del libro también en su aspecto estético, cuya portada y decoración interna se deben también al talento de la autora. Por otro lado, el universo que crea J.M. Suárez ha conseguido trasladarme completamente a esa atmósfera árabe pero en un Imperio de fantasía realmente bien construido. Los personajes nos hablan de historias de superación, de autoconocimiento, de la aceptación de uno mismo, la recuperación frente a los reveses de la vida... y todo ello enmarcado por unas personalidades bien definidas que en algunos casos han llegado a robarme el corazón. Especial mención requiere el desarrollo de una relación LGTBI que, sin ánimo de caer en spoilers, solo adelantaré que me ha resultado realmente entrañable sobre todo en el seno de una sociedad tan inflexible como la descrita en Zahar. Por otra parte, la historia de amor principal se desarrolla de una manera bastante ágil al hilo también del ritmo rápido de los acontecimientos, desvelando secretos y nuevas intrigas a partes iguales. Me ha gustado especialmente cómo se precipita la trama a partir aproximadamente de la mitad del libro aunque previamente ya todo nos iba anunciando que así sería en algún momento y que veríamos mucha más acción en sus líneas. Llegados a este punto solo puedo señalar que el final me ha dejado completamente intrigada puesto que anuncia claramente una segunda parte con muchas más aventuras que esta primera novela, partiendo ya los personajes de unos posicionamientos mucho más claros. Ya solo queda señalar mi impaciencia para conocer el desenlace de los acontecimientos de las últimas páginas y poder volver a las intrigas que nos deparan las misteriosas arenas del Imperio de Zahar. + Leer más |