— Cuando desaparece la necesidad, Micaela, empieza el arte. Aquí no solo comemos para aplacar el hambre.
|
— Cuando desaparece la necesidad, Micaela, empieza el arte. Aquí no solo comemos para aplacar el hambre.
|
A medida que iba metiéndose en el agua vaporosa, notó que su cuerpo se fundía con el amable calor; escuchaba el susurro de cada uno de sus músculos agradecidos. Se puso de rodillas en la piscina termal; el agua le llegaba el pecho, ondulando sobre su cuerpo desnudo. ¿Cómo es que los cristianos se habían sustraído a este placer del agua caliente? Al contacto de aquel bálsamo creyó imposible haber vivido sin semejante maravilla; su mundo le pareció a Micaela más pequeño que nunca. Ensimismada en todo cuanto la rodeaban, chapotea va como una cría.
|
Micaela permaneció en silencio, sintiéndose pequeña, y, por primera vez, aquella campesina crecida en el bosque conoció la humillante mordida de la ignorancia; no encontraría palabras para nombrar las maravillas que estaba a punto de ver.
|
— Vos, mi señor, ¿vos le teméis al basilisco? Tomó aire Lacruz. —Todo cristiano debería temerlo. Corrompe el aire con el solo poder de su aliento infernal, que seca las plantas, envenena las aguas y mata a todo el que está cerca. Atrás, el señor Sombra, que lo había escuchado todo montado en su caballo, se permitió intervenir. —Cuentos de viejas —dijo mordisqueando una ramita —. Por mis cojones que no existe tal cosa. |
— Ya ves, muchacho, 'quien de lejanos lugares viene, cuenta lo que quiere; y cuesta menos creerlo que ir a verlo'. — Abuelo —replicó el crío—, me tenéis hasta el mismísimo nardo. |
La noble capital de Castilla no impresionaba por su elegancia. Se asentaba en la ladera de un cerro, a la sombra de un castillo tan feo como inexpugnable. Pequeñas casucas de construcción rápida, algunas meros chamizos, se apelotonaban apoyadas unas sobre otras, prestas ahorrarse una pared. Burgos era todavía una ciudad joven, típica de las Marca fronteriza, que privilegiaba la fortaleza de sus muros antes que cualquier adorno. No hacía ni cien años que una incursión de los moros la había arrasado entera.
|
¿Qué criaturas mágicas podemos encontrar en Gringotts, el banco de magos?