Ferox: Serás leyenda

En todas nuestras batallas solo importa nuestro afán. Y eso es mucho, si el afán con el que luchamos es grande

No era amigo de usar tres palabras si bastaba con usar dos.

«No hay más que ver el fuego de esos ojos: esta niña tiene el corazón de una fiera salvaje.»

Eso cuenta la leyenda que paso, con más o menos detalle. Y que, a lo largo de ese triste calvario, Micaela Mediaespada iba pensando que, a veces, una solo quiere rendirse a la tentación de dejarse hundir.

— Que mi odio alimente vuestro espíritu, y mi rabia os traiga a la vida. Os ordeno que os quedéis aquí, vigilando a ese otro mal parido de ahí fuera y que nunca, nunca, permitáis que su alma abandone este claro.

En ninguna crónica se refleja cuándo ocurrió, pues, como la mayoría de sus iguales, ni Micaela ni su padre conocían la fecha del día en que vivían. Para qué necesitarían saber que aquel era el 1033 del calendario juliano; esas eran cosas de frailes. No sabían leer, del mismo modo que no sabían leer ni sastres ni carniceros, ni aun un maestro de obra. Todo el mundo desconocía su edad, o el día de su cumpleaños; ningún hombre estaba al corriente del número de hijos que tenía repartidos por el mundo. Cuánto tiempo de luz resta para que llegue la noche, los signos que delatan a un caballo enfermo o dónde asestar una buena cuchillada; he aquí los más necesarios conocimientos para afrontar los días.

Mientras el ala de las tinieblas nocturnas se abra suavemente, yo, ella, la copa, el vino blanco y la oscuridad parecíamos tierra, lluvia, perla, oro y azabache.

A la mañana, cuando el primer gallo cantara,

¡Micaela, en buena hora ceñiste tu media espada¡

Diole tal espada con el su diestro braço que corto a Lucifer la testa en medio del campo.

Tienes que luchar contra ese carácter tuyo, impulsivo y curioso. Cuanto menos sepas, mejor, más feliz. No debes buscar. No debes sabe.

Mitos que se repiten de civilización en civilización, a lo largo de los siglos. Ejemplos los hay a cientos; leyendas misteriosas, aun cambiando de forma, hablan directamente al alma del ser humano.