Escritos sobre arte y teatro

A menudo el verso alejandrino no es más que un tapamemeces

Los jóvenes aún pueden salir de ese error de amor propio. Al ser su alma susceptible aún de impresiones vivas, el placer puede hacerles olvidar la vanidad; ahora bien, eso es lo que resulta imposible pedir a un hombre de más de cuarenta años. En París, las gentes de esa edad ya han tomado partido acerca de toda cosa

El interés apasionado con que uno sigue más emociones de un personaje constituye la tragedia; la simple curiosidad que. la deja dueños de toda nuestra atención para cien detalles diversos, la comedia

Al restablecerse el orden (con Napoleón), cada quien se preocupó antes de nada por alcanzar una posición, la ambición fue una fiebre. A ninguno de nosotros se le ocurrió que del nuevo orden de cosas en que entrábamos pudiera nacer una literatura nueva

En lugar de querer juzgar según principios literarios y defender las sanas doctrinas, ¿por qué no se contentan nuestros jóvenes con el más hermoso privilegio de su edad, tener sentimientos?

Algunos horteras llegaron a gritar "¡Abajo Shakespeare! ¡Es un ayudante de campo del duque de Wellington!"

El libro más leído por los estudiantes es el "Curso de literatura" de La Harley; a tal punto está arraigada profundamente en el carácter nacional la manía de juzgar, hasta ese extremo necesita nuestra temerosa vanidad entrar en conversación bien cargada de ideas preconcebidas

Al perder Sainte Pélagie y la sala Saint Martín habremos perdido a la vez paulatinamente la agudeza que se precisa para hacer comedia y disfrutarla

He tratado de hacer que el (estilo) mío conviniera a los hijos de la Revolución, a gentes he buscan pensamiento más que belleza

Aconsejo a los clasicistas querer bien a la policía, pues en otro caso serían unos ingratos