Es un libro que reúne una serie de historias donde Stendhal pasó largo tiempo: Italia, un país que lo fascinó de una manera sorprendente. No digamos que admiraba más a Italia que a Francia, pero es de hecho uno de esos sabios que ha sabido admirar un país diferente al suyo y estudiarlo desde todo punto de vista. En este caso describe de manera breve (tal vez eso hace perder un poco de importancia y riqueza a la obra) una serie de episodios antiguos de los diferentes estados italianos. No está a la altura de sus monumentales novelas. |