Las hijas perdidas

Las hijas perdidas se trata de una novela de intriga en toda regla,con algunos toques de sobrenatural. Carga con bastantes misterios, algunos de ellos arrastrados desde hace más tiempo.
Me ha encantado como la autora ha ido desgranando la historia del internado a través de las chicas que vivían allí y luego lo ha terminado de contar todo con Fiona, en la actualidad.
Una novela muy entretenida, que engancha desde la primera página, con un ritmo constante, que a veces puede parecer que flojea un poco, pero que realmente este se mantiene en todo momento, nunca llega a bajar realmente.

OPINIÓN PERSONAL

Hijas perdidas pertenece a la serie de misterio de la Editorial libros de Seda y ha sido todo un acierto este libro.
La historia se desarrolla en tres líneas temporales, que en un primer momento no tienen nada entre sí. Poco a poco a través de nuestro protagonista Fiona, una periodista de gran carácter, obsesiva e incansable a la hora de investigar, toda la maraña de hilos que nos va narrando la autora estaban invisiblemente conectados.
No ha podido hacerlo mejor. Ese toque paranormal te mantiene en constante tensión y algún susto que otro ya me he llevado.
Pero por este mismo motivo, sigues y sigues sin poder parar.
Una lectura conjunta junto a Ana y Marta y donde los momentos de intercambiar opiniones han sido muy gratificantes.
¿ Quién no ha tenido pesadillas alguna vez con un internado por el que vaga un fantasma ? Seguro que muchos,pero leerlo, te hace poner los pelos de punta.
Ha sido mi primer contacto con la autora Simone St. James pero ya tengo un segundo libro esperándome.
Misterio, asesinatos, corrupción etc rodeados de un ambiente tenebroso hacen de esta novela una muy buena lectura.
Mi puntuación son ⭐⭐⭐⭐⚡

Intriga total mientras se van desvelando los misterios de Idlewild, las descripciones son tan específicas que logras imaginarte el lugar. Una historia muy interesante que recomiendo 100% y que descubrí de casualidad. Aunque sí que por ponerle una pega, me da la sensación de que va desarrollándose muy despacio y de repente empieza a pillar demasiada velocidad la trama, eso es un fallo para mí gusto.

Es una novela que como podéis ver en la sinopsis transcurre en Vermont, pero podría pasar ahí o en cualquier otro lado pues la ambientación es bastante general. La acción se desarrolla en dos tiempos que van intercalándose hasta casi el final, por un lado tenemos la historia de 1950 y por otro, la de 2014.

En la historia del pasado descubrimos un lugar, Idlewild Hall, donde se encerraba a muchachas a las que nadie quería, bien por ser problemáticas, bien por haber sido repudiadas por ser hijas del servicio con el señor de la casa... Os podéis imaginar como es el lugar: oscuro, frío, fantasmagórico y por lo que se dice, está embrujado.
En 2014 tenemos a Fiona Sheridan, una periodista que arrastra un suceso traumático del pasado: la muerte de su hermana mayor, además, su hermana fue encontrada en Idlewild Hall y por ello cuando descubre que lo van a remodelar y volver a abrir, decide investigar sobre el tema.
Es una lectura sencilla, rápida y que engancha bastante. No diría que es original pues lo del internado embrujado no me lo ha parecido, pero la forma en la que la autora nos lo cuenta sí que nos atrapa y queremos descubrir que hay de verdad en todo lo que se dice sobre el sitio.

Si hablamos de los personajes, en las dos historias las protagonistas son mujeres. En el pasado las cuatro chicas y de hecho es una narración tipo coral pues todas van hablando y contándonos su historia. En el presente encontramos a Fiona y a su novio, pero la que lleva el peso es ella.

La autora no deja cabos sueltos y a medida que vamos avanzando en las dos historias vamos rellenando huecos. Es verdad que hay algunas cosas un poco previsibles pero al final a poco que leas thrillers algo acabas acertando. En algunas situaciones la acción es algo lenta y eso afecta un poco al ritmo que es algo desigual.

Es una novela que no me ha acabado de convencer del todo. No la he encontrado del todo original pues se basa en el tema de las chicas difíciles que viven en internados y lo que le ocurre a una de ellas... es algo rebuscado, me ha chirriado un poco. El tema del fantasma me ha sabido a poco y la historia del presente me cansaba un poco pues avanzaba algo lenta.

Recomendada para aquellas personas que busquen un thriller con un toque paranormal, de lectura fácil. Es entretenido pero, para mí gusto, le sobran páginas, ha sido un sí con peros.
De todas maneras esta es solo mi opinión, tendréis que juzgar que os parece y si queréis darle una oportunidad.

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¡Me ha encantado! La historia, narrada en dos épocas. Los personajes están muy bien trazados y son muy creibles. La forma de actuar de la protagonista, su valor sin ser algo exagerado ni increíble. Una historia de las que se leen solas. El final, todo, lo recomiendo sin duda.

Me ha gustado muchísimo, narrado en dos tiempos del mismo lugar, uno en 1950 desde el punto de vista de 4 chicas que están dentro y otro en 2014 desde el punto de vista de Fiona, la que con ayuda de su pareja que es policía descubrirá qué es lo que pasó en Idlewild Hall y lo que pasó con su hermana, que fue asesinada. Las tramas se superponen perfectamente, y nos quedará en tensión y con ganas de saber más página tras página, además de haber varias subtramas que te dejarán intrigada. Varios personajes bien definidos, con personalidad, y que te hacen empatizar fácilmente. Aparte del tema paranormal, (ver un fantasma se torna algo cotidiano o esperado) se tratan temas como la inmensa necesidad de esconder ciertas cosas, la vergüenza de muchas personas, el sentimiento de rechazo que algunas experimentan y las ganas de saber cosas que escapan a nuestro conocimiento. Con un punto gótico y oscuro, he disfrutado mucho de la lectura y estoy deseando leer algo más de la autora.

Las hijas perdidas se trata de una novela de intriga en toda regla,con algunos toques de sobrenatural. Carga con bastantes misterios, algunos de ellos arrastrados desde hace más tiempo.
Me ha encantado como la autora ha ido desgranando la historia del internado a través de las chicas que vivían allí y luego lo ha terminado de contar todo con Fiona, en la actualidad.
Una novela muy entretenida, que engancha desde la primera página, con un ritmo constante, que a veces puede parecer que flojea un poco, pero que realmente este se mantiene en todo momento, nunca llega a bajar realmente.

Antes de comenzar con mi opinión me gustaría decir una cosa: me sorprende que la editorial libros de seda, de la que siempre he tenido la impresión de que cuidaba mucho su catálogo, no haya repasado este libro, o a mi parecer no lo ha hecho como debería.
al comenzar la lectura me encontré con algunos fallos, los cuales achaco al traductor-corrector. Como era muy al principio me volví un poco (bastante) paranoica y, tuve que dejar la lectura unos días ya que veía errores que no lo eran y, me imposibilitaba seguir con la lectura. La verdad es que me resulta muy incómodo leer así. No me deja adentrarme en la historia.
Diría que una vez superada la paranoia y ser capaz de simplemente leer y disfrutar, la lectura fue muy bien.
La autora alterna capítulos fechados en el 2014 protagonizados por Fiona Sheridan, con otros datados en 1950 contados por cuatro adolescentes que conviven en el internado Idlewild Hall. Ambas historias se situan en el mismo espacio dentro de la trama. Los capítulos fechados en 1950 están contados por cada una de las chicas. de esta manera las comprendemos a la perfección.
Fiona es una mujer de 37 años, periodista freelance, que escribe artículos de poca monta en una revista. Han transcurrido veinte años desde el asesinato de su hermana. Su asesino fue juzgado y condenado. al conocer que Idlewil Hall ha sido vendido y que comienzan las obras de restauración, decide escribir sobre ello. Con esta acción descubre que no tiene superada la muerte de su hermana y, la idea que le ronda la cabeza desde el asesinato es más que factible.
Por otro lado, tenemos a las cuatro habitantes del internado. Un sitio donde llevan a las chicas, que por un motivo u otro deciden esconder de la sociedad. Recordemos que es el año 1950 por lo que hijas ilegítimas, embarazadas, rebeldes para la época o que simplemente molestaban son enviadas allí. Un sitio lúgubre, frío y oscuro sobre el que cuentan historias para no dormir. Sonia, Katie, Cece y Roberta por diferentes motivos acaban viviendo allí y, pese a tener personalidades completamente distintas congenian, llegando a desarrollar una gran amistad.
La narrativa de la autora es bastante ágil. No se detiene en descripciones innecesarias. le ha dado ese toque paranormal dentro de la trama que resulta muy entretenido. Aunque algunos detalles nos los podemos ir imaginando, hay partes de la trama que realmente no me esperaba y me sorprendió.
Simone St.James hace converger las dos tramas de la novela y prepara al lector para un buen final.
Una lectura que si no me hubiese encontrado con los fallos en corrección – traducción, habría sido una lectura de una tarde. Realmente me enganchó.
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