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Crítica de Guille63


Guille63
08 March 2023
“Vuestras vidas no son nada para mí. Arrancaré narcisos de la tierra en diciembre. En abril atascaré vuestra puerta con nieve y soplaré para que ese árbol caiga sobre vuestro tejado. Haré que el río inunde vuestra casa. Pero yo seré la razón de que renazca vuestra savia. Yo inyectaré luz en vuestras venas.”

La novela empieza como una ráfaga de ametralladora en manos de cualquier ultraderechista de los muchos que ahora alzan la voz en foros que antes les estaban vedados mostrando orgullosos su fascismo, su racismo y su xenofobia. Nosotros, los demás, tenemos gran parte de culpa.

“Ahora no queremos Información. Lo que queremos es desconcierto… Queremos que aquellos a quienes llamamos extranjeros se sientan extranjeros… Lo que queremos es indignación ofensa distracción. Lo que necesitamos es afirmar que pensar es elitista que el conocimiento es elitista… Lo que necesitamos es pánico… Necesitamos todo ese rollo patriótico… queremos furia queremos indignación queremos palabras de lo más emotivas antisemita está bien nazi es estupendo pedófilo servirá pervertido extranjero ilegal queremos reacción visceral… Necesitamos evitar los medios de comunicación tradicionales… Necesitamos noticias que provoquen un estado de shock… Necesitamos insinuar el enemigo interior. Necesitamos enemigos del pueblo… queremos que a las personas que nosotros decidamos llamar enemigos del pueblo se las llame enemigos del pueblo… Necesitamos que las noticias sean lo que decimos que son. Necesitamos que las palabras signifiquen lo que decimos que significan. Necesitamos negar lo que decimos mientras lo decimos. Necesitamos que el significado de las palabras no importe… Necesitamos bots necesitamos clichés necesitamos ofrecer esperanza. Necesitamos decir que es una nueva época que la antigua ha muerto su momento ha acabado ahora empieza el nuestro.”

En “Primavera” se las verán con más de lo que ya encontraron en “Otoño” o en “Invierno” , y lo digo como un gran piropo. Es por ello que en cuanto al estilo les remito a mis comentarios anteriores, no quiero quebrarme la cabeza para al final repetir lo que allí dije. Solo quiero subrayar que, tanto en el fondo como en la forma, Ali Smith vuelve a mostrarse aquí libre, atrevida, valiente y comprometida con un mundo que se cae a pedazos que ella recoge para hacer, una vez más, un libro hermoso y necesario.

Los referentes artísticos en esta ocasión son tres, Katherine Mansfield, Rainer Maria Rilke y Tacita Dean. Y tres son también los personajes que vertebran la historia: Richard Lease, uno de esos progres de otra época que ahora descubren que sus comportamientos pasados quizás no fueran los más adecuados y que intenta comprender el por qué en conversaciones con su hija imaginaria, un hombre con una familia ausente y un trabajo hecho añicos que se siente acabado tras la muerte de su gran amiga y colega; Brittany, una vigilante de un centro de internamiento para inmigrantes donde se les encarcela y maltrata; y Florence, una preadolescente que “es como alguien o algo sacado de una leyenda o un cuento”.


Y como un cuento o una leyenda es también parte de la novela, “la clase de cuento que no es como la vida real pero sigue siendo la única forma de entender la vida real”, la más optimista de las tres estaciones que llevo leídas, la más esperanzada. Bien es verdad que la de Ali Smith es una esperanza desesperada, como la que la autora afirma que estimuló a Zola a escribir su Germinal, que así se llamaba el mes que en el calendario de la revolución francesa daba inicio a la primavera. Una primavera en la que las plantas están deseando brotar, en la que se puede oír el rumor de la nueva vida, pero que arrastra invierno, vientos gélidos y mucha oscuridad.

Por mi parte, siento muy mucho ser como esas personas contra las que la madre de Florence la prevenía, uno de esos aguafiestas pesimistas que no creen que en esta historia los buenos consigan ganar algún día, de los que piensan que en un mundo donde hay gente capaz de hacer sesiones de espiritismo para invocar a personajes de ficción que murieron en una serie de televisión no hay nada que hacer. Y aun así, me gusta pensar que Ali lleva razón y que hay veces en las que “de algo insignificante surge lo imprevisible” y que así puede ser tanto en lo colectivo como en lo individual.

“Con un poco de ayuda y un poco de suerte podemos llegar a ser más que ese algo o esa nada que la historia nos reserva.”

En cualquier caso, aunque no se gane la guerra, las batallas siguen valiendo la pena, la vida de cada migrante que llega luchando por sobrevivir vale la pena, como cada una de la de ustedes, como la mía, y cualquier ayuda es una ayuda… o si no “espere(n) a necesitar ayuda y vera(n)”.

“Tienes razón. Somos un cuento de hadas. Somos una fábula. Pero no quiero parecer fantasiosa. Se trata de cuentos, de historias, profundamente serias, que tratan sobre la transformación. Sobre cómo nos cambian los acontecimientos. O sobre cómo nos hacen cambiar. O nos hacen aprender a cambiar. Y en eso trabajamos, en el cambio.”

Puede que efectivamente esta sea la única forma de entender la vida real.
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