El Veneno Del Teatro, Diálogo entre un Aristócrata y un Comediante

El veneno del teatro es un texto paradigmático del dramaturgo y guionista Rodolf Sirera (Valencia, 1948) que va de la especulación teórica al juego dramático de doble filo, un cruel experimento sobre la muerte de Sócrates de final desconcertante. Escrita en 1978 y estrenada en 1979 en el Festival de Sitges en la versión de José María Rodríguez Méndez, versión que en 1983 encumbrarían en la escena española los actores José María Rodero y Manuel Galiana y que ha sido traducida a numerosos idiomas, esta obra es una investigación fronteriza entre realidad y ficción, un tour de force, un duelo en escena, un enfrentamiento entre vicio o virtud, entre autenticidad o transgresión, con solo dos personajes en escena: El Marqués frente a Gabriel de Beaumont, quien pasa de dominador a dominado sin darse prácticamente cuenta. La duda que se plantea es si el actor debe mezclar sus sentimientos con los del personaje que interpreta, si seguir o no los postulados de Diderot en su Paradoja del comediante. “Llega un momento en que no puede distinguirse dónde empieza y acaba la ficción” sostiene Gabriel. Precisamente eso es lo que logra el Marqués y lo que condena a Gabriel: cruzar una tenue frontera que no está delimitada.

En la comedia Trío, tenemos en escena a tres actores (David, Óscar y Micaela): el primero tiene el veneno del teatro en la sangre, el segundo es otro actor hipocondríaco en horas bajas y la tercera es una aspirante a actriz sin talento ni maña. Una situación desesperada, un encuentro fortuito, una extraña pareja y una mujer en medio. Agítese sin revolver y tendrá una comedia sugerente marca Sirera, quien ha regresado a la escritura teatral con esta obra y con Autonómics. Curiosamente, la pieza contiene referencias a las obras del propio Sirera, así como a autores admirados por el valenciano, como Chejov o Ibsen. Estamos ante el retrato actual de las incertidumbres de la profesión actoral, de sus desvelos, miedos, fobias; ante la vida del actor sin trabajo en busca de un papel, seres humanos tras su realización profesional, hombres que quieren ser y que desean que la vida les dé un papel que valga la pena; ante la convivencia bajo un mismo techo de seres con la misma “enfermedad” teatral, pero tan dispares y tan necesitados el uno del otro, débiles ante la tentación de la carne, ansiosos del reconocimiento de los demás y egoístas sin una pizca de ternura ni compasión. Todo por actuar en un estreno, por el triunfo en un escenario, por una manzana de Eva aunque esté enroscada en una serpiente y sin papel de regalo.