Esta novela corta contiene todos los elementos clásicos de la literatura gótica: un castillo antiguo y solitario, un ser sobrenatural (el vampiro), un aire de misterio, etcétera. Pero dos elementos distinguen a Carmilla de la obra cumbre de la literatura gótica y los vampiros, Drácula. El primero es el sub-texto lésbico entre la protagonista y Carmilla, y el segundo, el hecho de que Carmilla fue escrita 26 años antes de la obra de Bram Stoker, y sin embargo es mucho menos conocida. La recomiendo para cualquiera interesado en sumergirse en la literatura gótica a través de una lectura más breve que Drácula.
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