Una tarta de rododendro

Los Laventie viven en Whiteninig
La madre no camina desde un accidente con su caballo y el padre tiene el suficiente dinero como para dedicarse a leer, redecorar la casa y hospedar a intelectuales.
Los dos hijos mayores Dick y Elizabeth son intelectuales y artistas y la pequeña Ann no termina de encajar en la familia. Una familia poco común,no hacen picnis, no asisten a fiestas, no recogen premios a sus mejores huertos o flores, viven en su mundo, son antisociales, snobs,egocéntricos, pretenciosos y se creen por encima de los demás .

Pero Ann no es así, a ella le gusta descubrir el mundo, relacionarse con sus vecinos sobre todo los Gayford:John, Peggy, Joyce,Ralph y Alan, de disfrutar de las cosas sencillas, de las cosas de verdad, las de todos los días y cada una en su sitio, las flores en el jardín y las manzanas en la tartas .
Ella quiere tartas normales, de cerezas o manzanas. Pero en su familia son tan modernos y especiales que las tartas de cumpleaños son de heliotropos para Elizabeth, de primulas para Dick y de rododendros para Ann.

Así las cosas, con una familia tan peculiar imaginaos que pasará cuando Ann pida el consentimiento de su padre para casarse con un hombre que no es intelectual ni artista y que trabaja en un banco.

Una historia deliciosa en la que veremos a esta familia pero sobre todo a Ann y la veremos luchar por lo que ella quiere pero con el temor a perder a su familia porque sabe que no se puede complacer a todo el mundo.

He disfrutado de una novela fresca escrita con elegancia, sencillez y buen humor en la que los personajes están caracterizados con ironia y sin dramatismo.
Una lectura perfecta para esta época, ligera, entretenida, relajada y que después de cerrar el libro me he sentido feliz.

Creo que no se puede pedir más.

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