El puzle de nuestras vidas

Alana lo tiene todo, tiene un rancho que lleva con su marido, del cual está muy enamorada, son felices y su hija lo es todo para ellos.

Luke es muy feliz, es veterinario su trabajo es su pasión y además su mujer, a la que ama con locura, trabaja también con él en la clínica que tiene.

Alana está en la fiesta de las flores cuando recibe la peor llamada de todas donde le comunican que su marido acaba de fallecer en un accidente de tráfico.

Luke le extraña que su mujer no sé presente en el trabajo y va a buscarla, pero no la encuentra en casa tampoco. Allí mismo verá algo muy feliz, pero poco después de unos minutos se derrumba cuando le llaman y le comunican que su mujer acaba de morir.

Primero viviremos estos acontecimientos, pero luego dará un pequeño salto en el tiempo donde veremos como llevan nuestros personajes la muerte de sus parejas y los amores de su vida.

Alana no lo lleva nada bien, pero por el bien del rancho y su hija cada día debe levantarse y seguir luchando por mantenerse en pie.

Luke se ha hundido en la miseria, cerró la clínica, se emborracha cada dos por tres porque no puede vivir sin su mujer, pero llega un momento y gracias a su hermano que se da cuenta que tiene que marcharse y volver a encontrarse.

Y así es como Luke termina en Sneedville, y por casualidades de la vida termina trabajando como veterinario en el rancho de Alana.

Ambos tienen en común más de lo que piensan, ambos notan que el otro ha sufrido un gran dolor.

Un romance que parte desde el dolor de la pérdida del amor de tu vida, y con el paso del tiempo darte cuenta que se puede amar a dos personas en la vida.

Pero alguien no sé lo pondrá fácil, intentará separarlos. Mientras ellos se plantean si está bien lo que sienten o están siendo desleales a los amores de sus vidas.