Hija única

“Se suele decir que uno no se acuerda de cuando era bebé (...) Lo que me pregunto es cuál será el primer recuerdo que una persona tiene guardado en lo más profundo de su cerebro.”~ Hija única de Mi-Ae Seo.

Como es una novela coreana, con nombres coreanos, vamos a intentar obviarlos en esta sinopsis. Una niña de once años (llamada H) pierde a sus abuelos en un incendio así que se traslada a vivir con su padre (llamado J), médico y casado con una psicóloga forense (llamada S). Por otra parte, esta última está indagando en la mente de un asesino en serie (llamado L) con quien se entrevista para determinar qué subyace a su comportamiento criminal.

Cuando la niña llega a vivir con ellos, el padre mantiene un comportamiento distante así que la mujer asume la tarea de integrarla en el hogar, en el colegio y de que se sienta lo más cómoda posible. Sin embargo, H muestra un carácter cambiante y, en ocasiones, extremadamente hostil hasta el punto de que llega a asustar a S quien se pregunta si la mente de la niña tiene puntos similares a los del asesino.

Aquí a la joven que veis en portada la rebautizamos #LaPelos porque esperábamos que iba a crearnos pesadillas. Podemos esperar muchas cosas en la vida y esta era una más. al final, entretenido, de lectura fácil. Engancha desde la primera página aunque no mantiene ese nivel de tensión. Los primeros capítulos me han parecido que estaban mejor escritos que los siguientes en los que ya he sentido un estilo incluso infantil en algunas partes y detalles que no era necesario repetir. Hacia el final la tensión y el ritmo aumenta y el final totalmente predecible.

La historia ni fú ni fá pero el trasfondo y el análisis que hace sobre la mente criminal (tranquilos no es un tratado serio e indigerible de criminología) hace que haya merecido la pena. La trama pretende responder a la pregunta de si el asesino nace o se hace. Para conocer la opinión de la autora, mejor leed el libro. Yo no lo voy a desvelar.

En definitiva, entretenido y ligero, sobre todo ligero. Ideal para playa y piscina.

Seon-gyeong es una psicóloga criminal que se encuentra en un momento cumbre de su carrera. de forma inesperada, recibe una llamada que la avisa de que Lee Byeong-do, un asesino en serie condenado a pena de muerte, quiere entrevistarse con ella. Pero, ¿de qué la conoce? ¿Qué querrá de ella?

Mientras acude a las citas penitenciarias con Lee Byeong-do, otro suceso, esta vez a nivel personal, sacudirá su vida. La hija de su marido Jae-seong, Ha-yeong, se muda con ellos tras un incendio que acaba con la vida de sus abuelos, con quienes vivía. La niña, de 11 años y actitud reservada, no se lo pondrá fácil a su madrastra que, a todas luces, intentará establecer un vínculo con la pequeña.

Seon-gyeong se enfrentará a numerosos dilemas cuando, después de varias entrevistas con Lee Byeong-do, detecte ciertas similitudes con respecto a Ha-yeong. ¿Significará eso que la niña es una asesina en ciernes? Y, si ese fuera el caso, ¿estaría a tiempo de impedir que su destino siguiera ese curso?

Ambos víctimas de una relación tortuosa con sus madres, Lee Byeong-do y Ha-yeong representan las dos caras de una misma moneda: uno ya perdido frente a sus instintos y el otro en camino de estarlo. ¿Supondrá Seon-gyeong un punto de inflexión en este proceso?

Hija única es una novela compuesta por 33 capítulos cortos estructurados en cuatro partes.

Escrito en tercera persona y en pasado, se narra el presente con algún que otro flashback. Conforme va avanzando la historia se intercalan diferentes perspectivas (Seon-yeong, Ha-yeong o Lee Byeong-do), aunque la que predomina es la de Seon-yeong. Por la particularidad de cada personaje, es muy interesante ver el mundo desde sus ojos y es más fácil entender el por qué de su comportamiento, aunque no por ello se empatiza con ellos.


El ritmo es bastante constante y la tensión no llega a construirse bien del todo, lo que hace que, para ser un libro de este género, se quede un poco corto en cuanto a este aspecto. Sí hay algún momento en el que se genera mucha expectación, pero en mi caso no me dejó sin respiración.

A la pluma, bastante sencilla y amena, le ha faltado más intimismo y profundidad en algunas ocasiones. La historia exigía detenerse más en la psicología de los personajes, pero esa parte ha quedado un poco superficial para mi gusto.

La trama me ha gustado bastante y era lo que prometía la premisa.

Me han encantado las abundantes reflexiones acerca de si los asesinos nacen así o lo crean las circunstancias. Además, es de lo más interesante cómo indaga en los traumas infantiles y cómo estos van tejiendo la personalidad de una persona, llegando incluso a determinar su futuro.

Ahora bien, ¿son las circunstancias suficientes como para convertir a una persona en un monstruo o hay libertad en nuestros actos? ¿Se elige ser un asesino o esta condición la determinan nuestras vivencias?

La figura de la madre y su importancia en el desarrollo psicosocial de una persona es también un punto clave de Hija única. El cómo la figura materna nos trata y se dirige a nosotros influirá enormemente en la persona en la que nos convertiremos, pues si quien nos tiene que brindar seguridad y afecto no nos los proporciona, eso afectará a nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos. Por ponerme pejiguera, me hubiese gustado que se hablara en el libro del apego, pues venía mucho al caso y hubiese sido muy interesante ver el enfoque que le da la protagonista en la historia.

Así como he dicho que durante la historia el ritmo no es trepidante, el final sí lo es y deja una muy buena sensación de boca. Podría parecer precipitado pero para mí es el desenlace perfecto para la novela.

Los personajes, para el tipo de carácter que pretendía perfilar la autora, se me han quedado sosos y sin garra. Creo que se podría haber sacado más partido a Lee Byeong-do y a Hak-yeong.

Seon-gyeong me ha gustado como voz principal de la novela. Aunque a veces hubiese deseado entender más su hilo de pensamiento —llega a conclusiones de forma espontánea y no procesándolas de forma natural—, su forma de actuar y sus ganas de ayudar a Ha-kyeong me han hecho empatizar mucho con ella. El personaje más humano y real de la historia, sin lugar a dudas.

En cuanto a Lee Byeong-do y Hak-yeong me esperaba más. Sus historias son desgarradoras y estremecen muchísimo, pero me ha faltado que dieran más mal rollo, que sus personajes generaran expectación y tensión. Si hubiese sido así, la novela hubiese mejorado mucho, pues ellos son la clave de la historia.

Los personajes secundarios no aportan gran cosa, y el padre de la niña, Jae-seong tiene un protagonismo estelar cuando debería ser también una figura importante del relato.

En definitiva... Una interesante historia sobre la naturaleza de los asesinos y cómo llegan a convertirse en lo que son. Destacan en la novela las abundantes reflexiones acerca de este proceso, aunque la pluma de la autora peca de sencillez, exigiendo la trama más intimismo y profundidad. Recomendable para personas a las que les gusta indagar en la psicología de los psicópatas pero son, a su vez, sensibles ante estas temáticas. En este caso los personajes no llegan a asustar ni generar demasiada desazón, así que es perfecto para pasar de puntillas sobre el tema sin sentirse intranquilo después.
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Esta historia me llamó la atención nada más ver su portada. Creo que es de esos libros que no puedes evitar que te entren por el ojo. En cuanto le di la vuelta para leer su sinopsis, sabía que tenía que ser mío.

Me declaro una gran fan de los libros cuya historia trata el tema de los asesinos en serie. Es una temática que me fascina y la trama de esta novela, en concreto, va a girar de lleno en torno a eso, por lo que más ganas no podía tener de leerla.

La historia nos narrará tres situaciones que darán lugar a una serie de conexiones de lo más intrigantes.

-Una serie de incendios que se están cometiendo en las calles de Seúl.
-Una misteriosa niña que ha sobrevivido milagrosamente a uno de los incendios.
-Y una psicóloga que ha sido invitada a entrevistar a uno de los mayores asesinos en serie de Corea.

Tres historias a cual más diferente, pero todas con un nexo común que hará que todo cobre sentido.

Hasta aquí os puedo contar. Para saber más tendréis que leer la historia completa.

Corea llega a mis estanterías pisando fuerte. Esta historia me ha encantado. Ha sido oscura, intensa, macabra, malrollera y llena de momentos que nos pondrán la piel de gallina y el corazón en un puño. Sin duda, se ha convertido en mi lectura favorita del mes.

En un principio, pensaba que iba a encontrarme con un libro de terror. Pero más que miedo, la sensación que me ha dado esta lectura ha sido angustia. No sabes lo que te vas a encontrar en la siguiente hoja. Aun así, la intriga es tan grande que te mueres de ganas de saber más.

El libro estará narrado de diferentes formas dependiendo de la historia que se esté contando. Alternaremos entre la primera y la tercera persona.

Me han gustado mucho las narraciones de nuestro asesino Lee Byeong-do, ya que al estar en primera persona, logran que empatices y te pongas en el lugar del personaje. Llegas a sentir sentimientos tales como el de la compasión.
He sentido pena por el personaje de Lee Byeong-do. al conocer un poco su pasado, sientes que, simplemente, es una persona que ha tenido mala suerte. Te compadeces de él y te da pena la vida que ha tenido que llevar desde muy pequeño. Pero, eso no quiere decir que lo que ha hecho este justificado. Una vez cruzas la línea no hay vuelta atrás.

Uno de los temas que critica el libro es el de si un asesino en serie nace o se hace. Debatiendo pues si aparecen estos síntomas en las personas por motivos psicológicos. O si simplemente se trata de una enfermedad con la que un individuo nace.

Ha sido un debate muy interesante. Y lo mejor es que el tema se trata de una forma muy natural. Casi no se percibe de lo bien que lo ha llevado la autora en la historia. Me ha sido imposible no acordarme de la serie de mentes criminales según iba leyendo.

Nuestra autora utilizará los personajes de Ha-yeong y Lee Byeong-do para mostrarnos como una persona puede acabar volviéndose un asesino frio y despiadado. Irá comparando, de una forma muy sutil, a través de la historia, los comportamientos que van presentando tanto Ha-yeong, nuestra pequeña niña, como Lee Byeong-do, nuestro asesino.

La piel se te pone de gallina de solo pensar que nuestra niña está empezando. Que su posible futuro podría ser acabar convirtiéndose en alguien como Lee Byeong-do. Pero en este caso, hay alguien que luchará por impedir que esto ocurra. Y esa será nuestra psicóloga, Seon-gyeong.

Sin duda ha sido una trama que me ha mantenido pegada al libro hasta el mismísimo final. Ha habido momentos donde tenía que parar para asimilar algunas cosas que iban ocurriendo, y que no me podía creer. Otros, casi llegando al final del libro, donde la acción comenzaba a aparecer y no podía dejar de pasar las hojas. Necesitaba saber más, la velocidad a la que pasaba las hojas era demasiado lenta.

En el momento en que todas las historias han encajado, como si de un puzle se tratase, no he podido evitar emocionarme. La autora ha hilado todo tan bien que no me imaginaba, para nada, que la trama fuese a seguir ese camino.

Cuando he llegado al final, me he quedado, literalmente, con la boca abierta. Después de terminar el libro, no podía parar de dar vueltas a lo que acaba de leer porque todavía no me terminaba de creer lo que había pasado. Sin duda ha sido uno de esos finales que marcan.

Sobre los personajes, deciros que me parece que están muy bien construidos. Tienen personalidades muy reales y humanas. Sin darte cuenta, conectas y empatizas con ellos.

Creo que con la que menos he conectado es con nuestra psicóloga, Seon-gyeong. Su trabajo es entender la mente de la gente. Hay momentos en los que parece que no ha estudiado esta carrera. Creo que se debe, sobre todo, a que no es lo mismo tratar a un paciente al que no conoces que a alguien cercano que hace que tu punto de vista sea más subjetivo. Pero aun asi, la he visto muy perdida. Creo que un psicólogo sí que habría pillado algunas señales que ella no logra ver en la historia.

La única pega que le pondría a la lectura serian los nombres tan complicados de los personajes. al principio, tenía que estar mirando, cada dos por tres, para ver quién era quién. Pero con el paso de las hojas, me he terminado acostumbrando.

En conclusión, Hija única ha sido mi primer contacto con una autora coreana. Después de lo que me ha gustado esta historia, quiero más libros de este tipo de autores en mi estantería. Si todos son así de adictivos, me voy a hacer una colección de libros coreanos. Os lo recomiendo un montón si buscáis un thriller diferente y os gusta leer este tipo de temáticas más oscuras.
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