En ti creció mi corazón. En ti mi angustia se hizo. Amada, lugar en que descanso, silencio en que me aflijo. |
En ti creció mi corazón. En ti mi angustia se hizo. Amada, lugar en que descanso, silencio en que me aflijo. |
Yo me moriría, si pudiera morirme, al pie de sus ojos en sazón. (Porque me duelen las manos de tanto no tocarla, me duele el aire herido que a veces soy.) |
Amargo como esa voz amarga prenatal, presubstancial, que dijo nuestra palabra, que anduvo nuestro camino, que murió nuestra muerte, y que en todo momento descubrimos. Amargo desde dentro, desde lo que no soy, -mi piel como mi lengua- desde el primer viviente, anuncio y profecía, |
Duele bastante, es cierto, todo lo que se alcanza. Es cierto, duele no tener nada. ¡Qué linda estás, tristeza, cuando así callas! ¡Sácale con un beso todas las lágrimas! ¡Qué el tiempo, ah, te hiciera estatua! |
Amaneció sin ella. Apenas si se mueve. Recuerda. (Mis ojos, más delgados, la sueñan.) ¡Qué fácil es la ausencia! En las hojas del tiempo es gota del día resbala, tiembla. |
Marinero en tierra