Marina

El libro está escrito desde el punto de vista de Oscar Drai, un alumno de quince años de un internado en Barcelona. Oscar se adentra en el jardín de lo que supone que es una casa abandonada y conoce a Marina, una chica de su edad, y a su padre artista Germán.

Oscar rápidamente forma una amistad con esta excéntrica familia (además de estar cada vez más enamorado de Marina), pero la verdadera intriga comienza cuando la misteriosa y enigmática Marina lo arrastra a una aventura fascinante mientras lo lleva a un cementerio, donde observan un ritual macabro que ocurre el último domingo de cada mes.

Perseguir el misterio de este acto lleva a los dos a una aventura inimaginablemente retorcida y sombría en el inframundo de Barcelona y un oscuro secreto que se esconde bajo las calles de la ciudad.
Zafón entrelaza la realidad y la magia, la ciencia ficción y la superstición de manera suave y hermosa, donde la tristeza va de la mano con la alegría y la emoción, contando una historia convincente moldeada en parte por la propia Barcelona -como con la mayoría de sus otras novelas-, dando vida a la ciudad para el lector mientras cuenta una historia que es ominosa, melancólica y, a veces, terrible.
Marina precede a la serie de libros de la Biblioteca de los Olvidados y marca la transición de sus primeras novelas juveniles a sus novelas más ambiciosas. Hay mucha similitud entre los protagonistas, Oscar Drai aquí y Daniel Sempere en la novela posterior. Ambos tienen una imaginación vívida y a ambos les encanta deambular por las calles de la ciudad a todas horas. Ambos se enamoran de chicas misteriosas, ambos se enredan en viejos conflictos con un toque sobrenatural, ambas historias comienzan en una especie de cementerio.
En conclusión, Marina puede ser una buena opción como introducción a Carlos Ruiz Zafón, una lectura más fácil pero similar en estilo y contenido con La sombra del viento, que sigue siendo mi favorita.