El prisionero del cielo

En la tercera parte de la saga El cementerio de los libros olvidados, volvemos a encontrarnos con los entrañables personajes de la sombra del viento, siendo de nuevo protagonista Daniel Sempere junto con Fermín Romero de Torres. Recuerdo que la mayoría de lectores deseábamos sabes más del pasado de este peculiar buscavidas, y parece que el autor escuchó con atención. Además, como complemento, también volvemos a ver a David Martín, atormentado protagonista de El juego del ángel, aunque mentiría si dijera que me alegró su inesperada aparición.

El autor no defrauda con tu escritura, es una delicia leer sus libros. Esta vez su estilo no es tan bohemio como en el anterior libro, sino más contemporáneo y castizo, pero por desgracia no he logrado perderme en las calles malditas de esa Barcelona que él siempre describe, no he conectado con el alma de esta historia. Aunque no iba con expectativas altas, el libro me ha decepcionado.

Tengo la sensación de que faltan cosas, como si el autor hubiera escrito un borrador de 600 páginas y luego otra persona lo hubiera recortado hasta quedarse en casi nada. La historia no tiene un hilo conductor y, aunque cuenta con algunos capítulos interesantes, el resto son de relleno. al principio parecía que estaba ante una gran intriga porque aparece una figura misteriosa relacionada con Fermín (así nos enteramos de su pasado en prisión) y, por desgracia, no hay misterio alguno. Es tan fácil adivinar de quien se trata que incluso el propio autor no se molesta en continuar y te desvela el nombre del personaje de un capítulo para otro.

Me ha parecido un libro de transición (un "libro puente", como yo lo llamo), y en ningún momento me ha enganchado como hicieron sus dos predecesores. La mitad de la historia es recordada y en la otra mitad no ocurre nada destacable, tan sólo aporta un par de datos de interés como las relaciones entre los personajes y algunas muertes... Se nota que este libro sólo existe como base para El laberinto de los espíritus, el último de la tetralogía.

Saludos ;)