Mi otro yo simulado

Iniciamos el libro con un recorrido por el árbol genealógico de Alex: sus padres y abuelos, su historia con el franquismo, el amor y desamor de los diferentes personajes, los hijos legítimos e ilegítimos... todo ello nos compone un retrato de no solo unos personajes, también de una época. Incluso se ve un poco las diferencias en el trato del hombre y de la mujer, como los padres protegían a las chicas y que esta sobreprotección se les giraba en contra cuando conocían al amor y tenían que esconderse de ellos.

Aunque vamos dando un rodeo, al final llegamos a Alejandro, como conoce a Luna que será la mujer que marcará su existencia, como se enfrentará a los problemas que vayan surgiendo y como es la vida de los dos, eso sí, un giro en la trama al final nos hará replantearnos todo lo leído, decidir donde debemos colocar cada pieza leída del puzzle que es Mi otro yo simulado.

Es curioso pero me da la sensación que este libro tiene algunos tintes autobiográficos, no me preguntéis por qué ya que es una sensación, simplemente la forma de tratar a los miembros de la familia y las historias que surgen entre ellos, eso sí, poco a poco parece ir despegándose de esa etiqueta "personal". Cuando la autora cuenta sobre el mundo del cine y demás, también parece saber de qué habla, las relaciones que se establecen en ese mundo sugieren un conocimiento profundo del medio.

La novela ha sido catalogada de thriller pero no toca únicamente este género, tiene su punto dramático pero también es una novela que trata sobre la familia, con sus tintes históricos, pues nos mueve por diferentes época y diferentes escenarios.
Es una mezcla que creo que funciona bien y por ello el libro que tenemos entre manos es difícil de dejar. Cuando lo vas leyendo sabes que va a ir a más, la autora nos mueve entre diferentes nombres y personajes pero tienes la sensación que te tiene algo preparado y que no tardará en llegar y sí, al final te llega, aunque no os voy a contar qué es, tendréis que leerlo para saber que nos ha dejado MJ Ruiz en su narración.

Libro muy bien escrito, a veces los autopublicados dan un poco de miedo, o al menos después de leer bastantes, yo tengo ese miedo, pero esta vez era infundado. La pluma de la autora es elegante, con personalidad y siempre buscando la palabra y el párrafo exacto. Es agradable de leer y convierte la historia en un texto ágil, con un ritmo bajo pero con sus momentos de tensión a medida que nos acercamos al final.

El personaje creado por la autora, Alejandro, bebe de muchas fuentes, de muchos personajes y de muchas historias anteriores, como cualquier persona real. Padres, abuelos, recuerdos y sensaciones le han marcado y le hacen buscar su sitio en la vida, o incluso su sentido. Que lo consiga o no... eso ya lo veréis cuando leáis la novela.

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