Los sin ver

Ya conocía el talento de Elena Romera después de haber leído su colección de relatos '6 minutos. O más', así que cuando llegó a mis manos su novela 'Los sin ver', ya sabía que no me iba a defraudar.

El escenario futuro que nos plantea la autora no es demasiado halagüeño: el problema de la superpoblación ha tenido como consecuencia la división de la humanidad en dos clases: los diurnos y los nocturnos. Los primeros solo pueden salir a la calle de día, los segundos, solo de noche.

La «solución» toma en realidad la forma de un régimen totalitario donde los ciudadanos están sometidos a un asfixiante control sobre sus pensamientos y sus emociones. Todo, claro está, se ha diseñado así en nombre del bien común. Como siempre.

En esta sociedad, donde todos son iguales (iguales al estilo orwelliano: unos más iguales que otros), son «los líneas» los que gobiernan y disfrutan de privilegios. El resto de los ciudadanos se reparte entre los devotos del régimen, la masa indiferente y los pocos que no se resignan a ser esclavos. Esos son los que se juegan la vida.

Para mí, lo más inquietante de esta novela distópica es que nos dibuja un futuro mucho más realista de lo que de entrada cabría pensar. Basta con prestar un poco de atención a lo que ha sucedido en el mundo estos últimos años para intuir hacia dónde vamos. Mejor dicho: hacia dónde nos conducen. Siempre por nuestro propio bien, claro. Por esto Los sin ver me parece una novela excepcionalmente lúcida.

Lúcida, pero también muy entretenida. Daniela, Matías, Paloma y Óscar son los cuatro personajes principales. Unos son diurnos, otros nocturnos, cada uno de ellos arrastra su propia historia y unas circunstancias muy concretas que los mantienen interconectados de cierta forma.

A través de episodios tan breves como intensos, Elena Romera teje una telaraña que atrapa al lector. Lo primero que nos impulsa a leer es la curiosidad de saber cómo es la vida en este mundo «perfecto» y deshumanizado, pero después lo que nos acaba arrastrando es la trama de la novela, a medio camino entre el género de espías y la ciencia-ficción. La tensión va in crescendo a medida que nos acercamos al final… Un final que viene con sorpresa.

Leer 'Los sin ver' puede ser una experiencia inquietante si consideramos lo que se expone como una probable proyección hacia el futuro de nuestro mundo actual. Sin embargo, y a pesar de todo lo que en sus páginas se expone, siempre queda algún resquicio para la esperanza. En definitiva, hay un doble mensaje: una advertencia de lo que nos podría esperar en el futuro, pero también una llamada a la esperanza: el espíritu humano puede (debe) sobrevivir, aunque solo sea como esas pequeñas pero valientes flores que crecen en los basureros.
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