De puro meteoro: 32

Este libro de relatos es un libro que hay que leerse, sin más. Son 9 relatos de entre 10 y 15 páginas cada uno donde se ahonda en el alma humana desde distintos ámbitos y perspectivas. En cada uno, obviamente, va variando el estilo, aunque el tono general sea tendente al gris plomizo, e incluso en los más ligeros se cuelen frases o imágenes remarcables, a veces por sencillas, pero tremendamente potentes en su contexto (como la de olisquear el aire con la punta del dedo gordo). Los personajes suelen ser solitarios, observadores, a veces superado otras al borde de romperse, ensimismados o simplemente hastiados, pero con todo capaces de enfrentar sus conflictos a su modo, y no siempre con lo que podría decirse un buen resultado, cosa que también es relativa ya que el concepto de final feliz se redefine en cada caso, por así decir.

Antes de comentar cada relato reseñar también la cuidada edición. Cada cuento tenía algunos conceptos relacionados y el hecho de tener una etiqueta negra al filo de la hoja los hace facilmente localizables en el libro, entre otros detalles.

Voy comentando.
«Son cenizas», es de esos relatos en los que parece que no nos están contando mucho: una reunión de amigos en una casa de campo, un paseo, algo de desorden temporal, nombres usando solo las iniciales (cosa que no me gusta nada) … Pero al final la subhistoria asoma la patita y te deja tocadete, al estilo de Hemingway en «Colinas como elefantes blancos».
«En una ola de calor», sería más de la escuela de Sallinger al menos estructuralmente, montado a partir de escenas cotidianas que se completan, tirando de diálogos en una de ellas. Partimos de una situación que queda a medio resolver y saltamos a otra que poco a poco vamos relacionando y cierra dejando que completemos los huecos con lo que se entredice en una y otra parte.
«Quien lo probó», parte de una escena que podría parecer insignificante: la pareja del protagonista se marcha por la mañana, pero él no escucha la puerta cerrarse. A partir de ahí se va creando una bola de nieve cada vez más surrealista en torno a si ella realmente se fue o no, convirtiéndose en un relato de terror psicológico, con cierto toque kafkiano.
«La patraña especular de Dandy Siracusa», nos habla de la admiración y en cierto modo de la proyección de lo que creemos ideal en otros y al tiempo de cómo tratar de alcanzarlo a través de la imitación de eso que previamente se proyectó, que no tanto de lo que realmente fuera.
«Una nueva nieve», en este relato me pareció el más nostálgico, además de esa rara nostalgia de lo que no llegó a ser. Quizás por eso sea el más desolador, al menos desde mi punto de vista de lector que no tanto desde el punto de vista de la protagonista.
«Tratado sobre la oscuridad creciente», vuelve a rozar el terror con las peripecias de una invidente en el metro. Si ya es fácil emparanoiarse viendo el comportamiento de algún pasajero, el que la prota no vea y se guíe por los otros sentidos ahonda en la sensación de peligro y crea bastante tensión, demostrando que para dar miedo no hace falta más que una imaginación predispuesta.
«La invisibilidad del servicio» creo que es el que más gusta. Es muy tiernecico y tiene cierto toque de humor. Una pareja se inventa un falso mayordomo y son ellos los que hacen las faenas. La premisa es sencilla, el desarrollo nos va llevando de la mano y que el narrador sea el chico lo deja todo en bandeja para el final.
«Lo elemental» me recordó a Carver, aunque los personajes de todo el libro tienen un poco de los personajes de Raymond Carver en lo que a solitarios y un poco herméticos, como la del relato anterior, a pesar de ciertos elementos que lo alejarían del autor estaudounidense. Aquí la lluvia sempiterna, con en la película «Blade Runner», no da descanso ni estando a cubierto, ya que ese gris atmosférico no más que un reflejo de la lluvia interna de cada personaje que se muestra ocultando su esencia elemental que se mantiene contenida pujando por brotar, sepultado bajo el machacón llover de cada uno.
«Sistema BIGMAC», parte de algo cotidiano y lo revuelve, siendo en ese sentido subversivo. Tras el intenso relato anterior este consigue cerrar el libro con un poquito de aire y quizás una sonrisa. La acción se desarrolla en un MacDonals, donde el protagonista reta al cuadriculado sistema que ha optimizado la dispensa de comida basura.

"De puro meteoro" es una colección de nueve relatos independientes, escritos por el poeta y narrador Antonio Rómar.
Antonio Rómar es poeta, narrador, editor y traductor. Ha editado varias antologías, y sus propios poemas y relatos han formado parte de varias de ellas. Su obra, "De puro meteoro" es la prueba de este extenso currículum.

La faceta de poeta del autor queda patente en este libro de relatos. Antonio Rómar le ha dado a cada historia una gran dosis de musicalidad a su prosa sin llegar a ser poesía.

La gran parte de los relatos que podemos encontrar en "De puro meteoro" nos narran historias en las que lo natural de lo cotidiano hace que aún sean más perturbadores. Un ejemplo es: "Tratado sobre la oscuridad creciente" en la que el autor nos narra con gran maestría un angustioso relato sobre una chica ciega en el metro. Lo que para una persona vidente sería algo cotidiano, el viajar, para la protagonista de este relato supone enfrentarse a unos miedos para nosotros, irracionales.

Me atrevería a decir que "De puro meteoro" es una colección de relatos, de cuentos casi intimistas, en los que los pensamientos y sentimientos de los personajes son los que nos llevan de la mano por sus variopintas experiencias.

Antonio Rómar ha creado unos personajes en los que están obligados a vivir sentimientos tales como afrontar el dolor de una pérdida, un abandono… Historias de personas indecisas, enfermas, falta de autoestima, con tendencias suicidas, personas que han vivido hechos trágicos y dolorosos. El autor sabe plasmar a la perfección el miedo, la soledad, el conformismo.

En "De puro meteoro", Antonio Rómar adopta la piel de un observador mudo, resaltando situaciones que podrían pasarnos inadvertidas por su cotidianeidad. El autor toma el papel de unos ojos observadores que miran a las personas y a sus circunstancias de manera que al narrarlo, nos hacen reflexionar sobre cosas que de otra forma, hubiéramos dado por hecho sin profundizar en ellas.

Como suele pasar con este tipo de libros, al ser una colección de relatos siempre habrá alguno que guste más al lector. En mi caso, me gustaría resaltar el relato "La invisibilidad del servicio". En él, el autor cuenta la historia de una joven pareja que decide contratar a un "mayordomo" que les ayude en las tareas domésticas. Además de mantenerles la casa limpia, les servía de confidente y persona en la que desahogarse, tal como dice el autor en esta frase: "Era el desagüe de nuestra relación al que arrojábamos lo maloliente y molesto". Pero igual que sucede con los demás relatos, "La invisibilidad del servicio" es un relato perturbador con un final que es mejor leer.

Otro punto curioso que me ha llamado la atención según iba acabando sus páginas, es la pregunta que me estaba rondando la cabeza. ¿Por qué titularlo "De puro meteoro" cuando no hay ningún relato que le dé nombre, ni nada relacionado con ello? al final del libro el editor nos da una curiosa explicación en la que todo tiene sentido.

En resumen, si te gustan las historias cortas pero impactantes, con personajes que te hagan ahondar en los sentimientos y con relatos intimistas y perturbadores tras de sí, "De puro meteoro" te va a gustar.
Enlace: https://www.anikaentrelibros..

Conocí a Antonio Rómar en julio a través del Club de lectura @elcolordelamirada en un entorno maravilloso como fue el patio de @bibliotecadelarioja

Allí hablamos de su libro "De puro meteoro" con el que ganó el Premio Setenil en 2021.

El libro contiene 9 relatos, algunos inquietantes con los que he disfrutado mucho, ya que Antonio tiene una forma de narrar muy original.

Te va metiendo en la historia con descripciones brutales en las que me he visto absorbida y he sentido lo mismo que sus personajes, todos ellos peculiares, de los que no te dejan indiferente.

Historias que comienzan con un pequeño diccionario de palabras que no conocía hasta ese momento, porque Antonio colecciona palabras.

Creo que el hilo conductor de los relatos es la soledad que el ser humano siente por mucho que esté acompañado. También habla del duelo y otros temas que todos pasamos en nuestras vidas, desde perspectivas que no me hubiera planteado.

Relatos al estilo Hitchcock con los que he reflexionado sobre los mensajes que lanza.