Nada proporciona consuelo ante la intuición de perder la propia vida.
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Nada proporciona consuelo ante la intuición de perder la propia vida.
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No compartes la misma filosofía de vida, Elena. A ti te apasionan los animales, cuidarlos; te sobra amor, entrega. Eres muy generosa. Pero eres una chica burguesa, de una familia acomodada y siempre has vivido bien. Solo has estado una semana en África.
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El miedo es una emoción compleja que algunos animales son capaces de experimentar. Pero el miedo a la muerte es únicamente humano.
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El miedo es una emoción compleja que algunos animales son capaces de experimentar. Pero el miedo a la muerte es únicamente humano. Solo el cerebro de los homínidos, desde tiempos atávicos, es capaz de avanzar una hipótesis «Si los demás la palman, también la palmaré yo».
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Hay días de todo tipo, días de paz y días de pelea, días de llanto y de risa, días de infortunio y de muerte, de duelo y celebración. Pero hay algunos especiales que hacen olvidar incluso los peores momentos. Son días de luz, tranquilidad y amor, días de anhelo sin sombra y de confianza sin resquemor. Esos días permanecen en la memoria de los humanos toda una vida.
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Sabemos lo que significa el peligro: dejar de existir. Y eso lo cambia todo.
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Tal vez esa fuera la diferencia fundamental entre ambas especies: la conciencia de la propia muerte.
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¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?