Los altruistas

Una novela que me ha sorprendido para bien, y es que para ser la primera novela del autor, no esta nada mal. Quitando que hay algún fallo por parte de la editorial para corregir.

LA novela trata la historia de una familia judía de clase media, una familia que esta desestructurada desde la muerte de la madre. El padre, uno de los grandes protagonistas de la historia, tiene de novia a una jovencita universitaria, y está deseando poder pagar la casa con la herencia de su mujer y vivir con la joven. Pero esto solo será posible si sus dos hijos deciden invertir la herencia de su madre en ese piso...

Un libro diferente cargado con un humor que me ha gustado mucho, donde el autor quiere dejar claro que ninguna familia es perfecta, que todos cometemos errores, y deja muy clara la diferencia entre las personas que nacieron en una época (los llamados babyboomers) y su descendencia.

A lo largo de la novela iremos conociendo a todos los personajes, saltando bastante en el tiempo conociendo al padre de antes y de ahora, conociendo sus errores, a la madre y lo que ocurrió y la vida de ambos hijos.

Un final que no me esperaba para nada, dejando todo bien cerrado y bien hilado.

«Los altruistas» es la novela debut de Andrew Ridker y la verdad es que me ha dejado muy buenas sensaciones.

En ella, nos cuenta la vida de los Alter, una familia judía que, tras la muerte de la madre, Francine, no pasa por su mejor momento. Partiendo de un encuentro que puede suponer la reconciliación del padre y sus dos hijos, la novela nos va trasladando a diferentes momentos temporales de esta familia, para conocer el presente y el pasado de cada uno de sus miembros.

Una historia que, aunque he tenido algunos altibajos, me ha tenido enganchada. Y es que Ridker nos adentra en la crónica de un desmoronamiento familiar cuyo punto de partida es difícil de señalar.

Nos encontramos con unos personajes dignos de una tragicomedia, con los que anticipas el clímax del absurdo y de lo ridículo.
A medida que he ido conociendo a los Alter, he tenido todo tipo de sensaciones y emociones, pero si tengo que destacar a un personaje que me haya hecho sentir de todo, ese es Althur Alter, el padre. Una persona rebosante de falta de autoestima, de necesidad de atención y reconocimiento, de errores a sus espaldas; una persona que no era padre de sus hijos. Y cuando ya pensaba que solo era un pobre desgraciado y empezaba a compadecerme de él… hacía algo que me dejaba patidifusa y empezaba a despreciarlo.

La muerte de Francine supuso para su marido y sus dos hijos el punto de inflexión en su relación, quizá también en su identidad. Y es que el rol de Francine en la familia Alter no solo era de madre y esposa, era una verdadera matriarca, una estratega familiar, y eso me ha hecho reflexionar sobre cómo se transforma el núcleo familiar ante acontecimientos como el fallecimiento de alguno de sus “fundadores”.
A pesar todo, la historia transmite un atisbo de esperanza y de luz.