Nos adentramos de nuevo en esta localidad alicantina en esta novela policíaca donde todos los personajes tienen un secreto que ocultar y nadie está a salvo de que le consideren culpable. A través de sus páginas seguiremos las investigaciones de la Guardia Civil y la policía local para desentrañar quién es el nuevo asesino. Sin embargo, los problemas se multiplican a cada paso que dan y nuestra protagonista, Lucía Rodríguez, ve cómo su trabajo no para de aumentar al regreso de su baja. Cuatro focos La narración por tanto será llevada fundamentalmente por el personaje de Lucía, sin embargo, se nos ofrecerán capítulos de los distintos puntos de vista de la trama. Así cada capítulo tendrá un personaje protagonista, sumando cuatro focos de acción. Cada uno de estos nos ofrece una perspectiva muy interesante de lo que está sucediendo. Por una parte, tendremos dos focos femeninos, en ambos casos, que se enfocan en lo que les sucede a nivel personal y cómo ir enfrentándolo de la mejor manera. Con estos dos focos, la acción recibe el impulso para seguir adelante y nos ayudan a ir planteando hipótesis sobre la investigación. Los otros dos son masculinos y con ellos se plantean los interrogantes. Uno de ellos será la descripción objetiva de lo que está pasando, sin hipótesis ni intereses de por medio, el otro será el testimonio de uno de los implicados, de alguna manera, que nos ofrece una perspectiva, por lo tanto, desde dentro. Lo curioso para mí de todas estas voces, es que el lector tiene claras ciertas premisas sobre ellos, lo que hace que sin querer realmente prejuzgue quién puede ser o no culpable. Esto nos lleva a entrar directamente en el juego y a liarnos tanto como los propios personajes. Creo, por esto, que el misterio de esta novela está bien planteado, aunque se juega mucho con nosotros, y puede parecen que se hacen trampas. Concatenación Sin embargo, sin querer destripar nada, a pesar de que hay hilos que se lanzan para despistar, se puede seguir muy bien el hilo de pensamiento de los personajes y casi se puede llegar a deducir alguna cosilla si se presta bien atención. Creo que esto lo logra el autor con una prosa muy rica en matices y sobre todo en detalles «insustanciales», pero finalmente relevantes. Creo que urde muy bien la trama y que la enriquece con cada palabra que dice cada personaje. No es que todo tenga un doble sentido, pero sí que es cierto que no hay personaje que diga una cosa porque sí, aunque esta finalmente sea errónea para la investigación. En este sentido, me ha gustado mucho conocer más a los actores de esta historia y poder, quizá, entenderlos y empatizar con ellos más psicológicamente. Lo que se prometía Es cierto que al ser segunda parte, alguno por aquí puede pensar que «qué pereza hay que leerse la primera», pero yo no lo veo así, sino como una oportunidad para leerse la primera si no se ha leído. al finaliza Se acabó la magia el autor decidió no darnos todo lo que pedíamos, cerrar la historia, sí, pero con alguna cosa que quedaba pendiente (bueno, alguna cosa no pequeña, cabe decir). Eso es lo que encontramos en Se acabó la función, el cierre total de todo lo que pasó de una manera magistral. Así que, si te llama la atención, aprovecha el tirón para saber qué pasó con la corrupción política en el pueblo y que provocaron aquellos polvos para tener estos lodos. En cualquier caso, ambas obras son dos piezas muy certeras y completas de investigación criminal (y cotilleo de pueblo, si se me permite el agregado), así que no puedo dejar de recomendártelas. Si no leíste la primera, date el gusto de conocer la prosa del autor, y si ya lo hiciste, quítate aquella espina que el resultado te va a gustar. Espero que os animéis con ella. Enlace: https://ellibroenelbolsillo... + Leer más |