Hombre al agua

Lo enseñan en cursos antidisturbios. Un sabio es un listillo con pretensiones, y un necio un tololi al que se le va la olla a cada minuto. A los dos hay que darles palos para enderezarlos.

El político es alguien que construye su propia mentira por encima de las verdades de los demás.

A dios, a quién todo esto de le ha ido de las manos.
A mis bisnietos, si es que la raza humana no desaparece antes de que nazcan.

¿ y qué tiene sentido en un mundo en el que dios hizo hipócritas a los necios y cándidos a los sabios?

No hay nada más opuesto al romanticismo que una rosa de papel. Ni siquiera un pedo.

Cuéntame, oh musa, la historia de aquel hombre de escaso ingenio, levemente autista y frecuente mala fortuna, que rodó muchas jornadas por las calles de Madrid y sufrió decenas de desgracias y conoció a numerosos desdichados y múltiples felones.

La pobreza nunca ha llevado a la virtud sino al contrario.

Todos tenemos en la vida unos cuantos asesinatos pendientes.

Pensó que noviembre es el mes ideal para el crimen, porque sin duda, de cuando en cuando, asesinar debe resultar consolador.

Claudia engalanaba su belleza con un vaporoso vestido de seda color malva, de hombros al aire y falda hasta media pantorilla. Una cadenita de oro rendía melancólico homenaje a su esbelto cuello. Sonreía otra vez sin sonreír, los hoyitos marcando en sus mejillas sonrosadas un fugaz rastro de picardía. Corrían ríos auríferos en forma de bucles sobre la piel trigueña de su escote.