![]() |
Lo malo de empezar la casa por el tejado es que uno no sabe, si toda la obra literaria de un autor sigue su última línea o este texto es una excepción. Siempre tengo el buen propósito de comenzar por el debut y ver su evolución y con la misma frecuencia hago lo que me da la gana. Y es importante porque si todos los libros de Javier reverte son así, no hay cristo que lo soporte. Alto!! Es una excelente novela, pero casi 600 páginas de humor absurdo y en ocasiones, surrealista a mi se me hacen muy cuesta arriba, más, cuando a mitad ya se ha criticado, y bien a gusto, todo lo que el autor pretendía satírizar e inevitablemente cae en el pecado de la repetición. Hombre al agua es la novela póstuma de reverte que no pudo ver publicada por escasos meses. Delirante y sin cortapisas, lavapies se convierte en el verdadero protagonista de esta historia, y se muestra como un barrio donde parece no haber pasado el tiempo. En realidad podría ser cualquier rincón de vuestra ciudad. Un grupo de perdedores conviven en sus calles y pensiones y entre ellos destacan unos insurrectos anticapitalistas cuya biblia es " el capital" de Marx que por supuesto nadie entiende. ( quizá lo único lógico de todo el texto))) Desi calvario, hace honor a su apellido y pasara todas las calamidades posibles. Ex presidiario, sesenton, pobre y gañan ( que estamos en madrid) se unirá a esa peculiar asociación que pretende atentar contra un banquero, convirtiéndose en futuro terrorista, a la española troglodita. Sin pelos en la lengua y con una mezcla de prosa fina y grotesca y viendosele el plumero en más de una ocasión ( me rio de cualquier cosa, pero prefiero un postura equilibrada) antes de cansar consigue divertir con un humor ácido, exagerado y pertinaz. La sonrisa pese a su extensión está garantizada siempre que no seas un hooligan político incapaz de ver la paja en tu ojo, pues reparte y ridiculiza sin censura. Y una máxima que se repite en los humanos a través de los tiempos. Si algo puede salir mal, sucederá peor. Bien para sacarnos una carcajada bajo esa cara de boñiga cabreada que últimamente escondemos bajo las mascarillas, chinas o no. + Leer más |