Y ese amor de amigas, que no pide nada a cambio, me hizo sentir invencible.
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Y ese amor de amigas, que no pide nada a cambio, me hizo sentir invencible.
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Creía que tenía cien razones para odiarte y ne he dado cuenta de que, en realidad, tengo más de mil para quererte.
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Y comprendí que a veces las cosas se estropean sin que podamos evitarlo y que no nos queda más remedio que aprender a vivir con las grietas que se forman en nuestro corazón.
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Al final una cosa había estado patente desde el principio: nuestra química era inevitable y tratar de ignorarla solo me había servido para que se hiciera más grande y me explotase en la cara.
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¿Cuál es el nombre completo de la protagonista femenina en "Una corte de rosas y espinas"?