Nos encontramos frente a un libro colectivo en el que seis artistas comparten con nosotros su obra; tres de ellos con sus escritos y, otros tres, con sus dibujos. Así pues, el libro queda dividido en seis partes, cada una de las cuales está dedicada a un autor. Este contenido viene precedido por un prólogo en el que, Alejandro Ratia, con maestría y elocuencia, trata de dar sentido a cada una de las contribuciones de los autores dentro de la colectividad y establecer asociaciones entre ellas. Para comenzar, nos aparecen los dibujos de Gonzalo Tena. La colección trata de nueve dibujos que el identifica con una novela egipcia, por su parecido con los jeroglíficos. Sus dibujos son muy recargados, confusos, llenos de letras y formas que ocupan toda la página. A continuación, Luis Moliner, dedica su contribución al libro a un único tema: "el dolor", presentándonos varios poemas, textos y un par de micro relatos. Todos ellos relacionas de alguna manera con el dolor, tanto en su dimensión emocional como física. Después, Charo Pradas nos presenta sus dibujos, que consisten en una serie de páginas con líneas circulares, que a mí me recuerdas a los canutillos de los cuadernos de la escuela cuando se iban estropeando. Francisco López Serrano titula su parte "Cartas sobre la educación estética del hombre" y, en ella, trata diversos temas, algunos de los cuales, me han parecido muy actuales, pero también algo manidos, aunque con tal diversidad de asuntos en sus escritos demuestra su versatilidad. Algunos de sus escritos tienen cierto tono poético y otros están en prosa. También los hay que nos llevan a la reflexión filosófica. Luis Marco comparte con nosotros unos dibujos aguados, realmente bonitos y llamativos. Titula a su colección "En desaparición" y es que realmente parece que los trazos se estén diluyendo y vayan a desaparecer. Para terminar, Teresa Garbi, nos sorprende con sus relatos bucólicos, todos relacionados con la naturaleza, los caminos, bosques, parques, ... Esta parte del libro me ha parecido muy bonita, aunque al final me ha resultado algo pesado porque los relatos se me parecían demasiado. En sus textos abundan las descripciones y hace mucho hincapié en los detalles. Y algo que me ha sorprendido es que da mucho protagonismo a personajes que normalmente no lo tienen, como por ejemplo, el perro que pasea con una mujer. La 'parte que más me ha gustado del libro ha sido la de Luis Moliner y especialmente su micro relato "Apostilla a un fragmento de Heródoto". Aunque me ha gustado especialmente este relato, pienso que en todos los escritos que ha compartido tiene una escritura muy limpia y expresiva, y, que aunque todos compartan el tema del dolor, resultan muy diferentes. En general, puedo decir que el libro me ha gustado bastante. Me parece que está bien organizado y es agradable de ver y de leer. No necesitas llevar un orden para leerlo, y de hecho, cuando he leído el prólogo, tras leer todo el libro, lo he entendido mejor que al principio. Es un libro que recomendaría si te gusta leer cosas variadas o si te llama especialmente alguno de los autores. Me ha parecido un libro entretenido y bonito, para leer a ratos, sin necesidad de tener continuidad. + Leer más |