El libro del sepulturero

Me ha conquistado el sepulturero!❤ Qué personaje tan carismático, tan extravagante, tan culto, tan leído, tan auténtico!!! Y qué decir de su almanaque para sepultureros! He aprendido un montón de cosas sobre los cadáveres y todas muy interesantes. Su ayuda y conocimientos resultan cruciales en esta historia. Luego tenemos a Leo, un inspector con unos métodos muy novedosos, pero cuyo carácter y origen no casan en su nuevo destino. Pero aún así no cejará en su empeño de llegar a la verdad, cueste lo que cueste.
Como buen thriller histórico, te sumerge en la Viena de la época, con sus costumbres, tradiciones, pensamientos y supersticiones. Una maravilla. Pero todo no podía ser perfecto, y aquí nos encontramos con la traducción, no casa el lenguaje usado con la época en la que transcurre la historia, y te deja un poco descolocada. Una pena. Os preguntaréis si hay romance, puede... Eso lo tendréis que descubrir vosotros.
Yo ya estoy deseando leer el segundo!!!

Este es el típico libro que las editoriales lanzan con una gran campaña publicitaria; “El thriller histórico que triunfa en toda Europa. 3.500.000 de lectores”, rezaba en esta. Ese tipo de publicidad puede que sí logre que se alcance un número alto de COMPRADORES, pero dudo que ese mismo número de compradores acaben siendo también sus LECTORES. El libro no está ni bien ni mal escrito, es uno más del montón. La historia no es nada original, la originalidad está en la presencia de un sepulturero como personaje secundario. Como he leído por ahí, el libro es espeso, de personajes empalagosos, de trama sencilla pero enrevesada, escasa en acción y excesiva en elucubraciones. En fin, un libro muy, muy simple.

Lectura entretenida, un poco chirriantes los dialogos y los personajes fuera de época.
Pero la ambientación , toda la información del cementerio central de Viena, El Almanaque , la reivindicación del manual del juez Gros como uno de los pilares de la criminalistica y el personaje del sepulturero han hecho que sea un libro diferente e interesante.

Oliver Pötzsch al que nombraré como autor o por el nombre por la dificultad de su apellido, nos entrega una novela policíaca ambientada en Viena en 1893 donde la investigación de unos asesinatos se llevan a cabo con los métodos de la policía clásica y con policías mas modernos que emplean el comienzo de la nueva ciencia llamada criminalista. Lo que ya resulta muy interesante de cómo se empleaban ciertos métodos que, algunos, perduran en nuestros días.

Oliver nos sitúa en el Cementerio Central de Viena donde acontecen partes importantes de la trama y nos explica ciertos procedimientos en los entierros de entonces así como la labor de los sepultureros que, con curiosidad y morbosidad, el lector no puede parar de leer y a pesar de algunos personajes que el autor pinta de forma bastante, no diré inquietante aunque sí algo desagradable, el lector, o al menos yo, he acabado encariñándome con ellos, eso sí, desde la lejanía.

Oliver nos introduce en una investigación policial con una trama muy bien hilada donde todo tiene su porqué y el misterio está servido.

Muy recomendable para todos aquellos que gustan del thriller, investigaciones policiales y un poquito de historia policial.

Thriller histórico muy adictivo y difícil de soltar.

Me gustó mucho su ambientación histórica y como el autor nos introduce los inventos que empezaron a aparecer en esos años y que supusieron toda una revolución social para la época.

No me gustaron los diálogos entre los personajes porque utilizaban expresiones que, a mi, no me parecen propias de esa época y si las veía más actuales.

El final no me sorprendió, pero si me gustó.

Estamos ante un libro que mezclan historia y misterio, suspense en la Viena de finales del siglo XIX.

En esta primer novela la investigación gira en torno al suicidio por ahorcamiento de un hermanastro del famoso músico Strauss, a la vez que aparecen cadáveres de muchachas asesinadas en sitios concurridos y con el mismo modus operandi.

Hay tres protagonistas principales.
El joven inspector de policía Leo von Herzfeldt. de origen judío alemán y clase acomodada, llega destinado a la capital austriaca persiguiendo su sueño: ser policía. Con conocimientos de criminalística, que empezaba a estudiarse en esa época, intenta aplicar estas nuevas técnicas a los casos, aunque no pare de chocar con los responsables de las investigaciones que discrepan en los métodos utilizados. Para sus compañeros la utilización de fotos, huellas, mediciones, preservación de los escenarios… no son más que pérdidas de tiempo. A lo largo de los dos libros, le veremos lleno de dudas, con momentos en los que se siente desorientado y no sabe de quien fiarse. A veces se equivoca, pero no cejará en su empeño por descubrir la verdad.
Junto a él, Augustin Rothmayer, el sepulturero del Cementerio Central, el más grande de Europa. Es un hombre bastante inquietante y arisco pero culto e inteligente. Además en el fondo esconde un gran corazón lo que hace que le tomemos afecto desde el primer momento en que aparece en escena.
Y, por último pero no por ello menos importante, Julia Wolf, una joven telefonista. Vive en un burdel y tiene una hija sordomuda.

Los tres junto se enfrentarán a unas investigaciones llenas de misterios y obstáculos . A lo largo de la lectura iremos descubriendo secretos de sus vidas y las relaciones que los unirán.

El autor une hechos históricos reales con la trama de ficción creando unas novelas que, si bien cuando comienzas a leer se te puede hacer un poco lentas, poco a poco va cogiendo ritmo. Tramas y subtramas bien hiladas se van entremezclando hasta acabar convergiendo en el final con una resolución perfecta. Esto hace que cuando empieces leer querrás seguir para descubrir la verdad .

La labor de documentación es impecable. El autor recrea una época llena de avances científicos y tecnológicos importantes para la sociedad (el teléfono, la electricidad, la fotografía , los primeros automóviles…) con crimen, misterio y asesinatos con tintes oscuros.

La lectura nos sumerge en una Viena oscura y peligrosa. Una ciudad llena de contrastes. Moderna, llena de opulencia y magnificas mansiones, pero también, en las casuchas de los arrabales donde el alcoholismo, la delincuencia y la prostitución campan a sus anchas. llena de misera, pobreza, antisemitismo. La vida y costumbres de la época, de las diferentes clases sociales, están perfectamente reflejadas lo que nos sumerge en una atmosfera opresiva e irrespirable. Todo esto logra crear una ambientación muy cuidada que nos acabara trasnportando a esas calles llenas de carruajes, con las farolas de aceite…

En definitiva unas novelas de época, llenas de misterio, venganza y muerte, investigación policial y toques de humor un poco negros.

Leo, un joven inspector de policía recién llegado a la Viena de 1893, tiene que hacerse cargo de la resolución del caso de una mujer joven brutalmente asesinada, pero sus métodos de investigación no convencen a sus superiores que lo delegan a una investigación al cementerio donde conoce a Augustin, el sepulturero, quien sufre el vandalismo en las tumbas, decapitando las cabezas de cadáveres. A estos dos personajes les va a acompañar Julia, nueva telefonista en la comisaria, una mujer alegre y muy resolutiva.
Por si esto fuera poco, los tres tienen su pasado y han formado un equipo formidable en la novela.

Es una novela entretenida, cumple su función, mantiene el ritmo durante la resolución del caso, no enreda mucho, va al grano y tiene tensión.

Otro punto positivo para este libro es que introduce nuevas técnicas de investigación, la criminalística, la toma de huellas en la zona del crimen, acordonar la zona, la introducción de nuevos avances tecnológicos como por ejemplo, la electricidad, el teléfono y la fotografía forense.
Es muy importante leer las notas del autor, donde hace referencia a la muerte, los cementerios, los hechos que son reales dentro de la novela y los que son ficción para aclarar dudas al lector, y el homenaje que rinde al libro publicado en el mismo año que se desarrolla la novela "Manual del juez : para uso de los jueces de instrucción y municipales, gobernadores de provincia, alcaldes..." disponible en español.
Y el último punto a favor son los personajes, me han encantado, mi favorito Leo, el toque de humor, la relación de complicidad, el sepulturero misterioso, la niña, dan juego para una segunda novela, que aunque la trama de este primer libro queda cerrada.

A pesar de las buenas reseñas y que es verdad que me ha tenido enganchada la novela, tanto por la trama como por los personajes, hay un par de cositas que no me han convencido.
La primera es que aunque está muy bien escrita, no da vueltas a la misma idea de manera que no avance la investigación con el mero afán de rellenar páginas, perfila muy bien los personajes, la ambientación, los asesinatos, pero tiene expresiones que me han chirriado por ser muy de ahora, no sé si en esa época se llegarían a usar, me ha faltado un poco de elegancia en los diálogos, las formas de la época.
El segundo motivo es que es muy predecible, yo que no acierto una, tuve mis sospechas desde el inicio, tanto con la trama principal como con la secundaria. No aporta nada nuevo al género, ni en trama, ni en resolución del conflicto, si tienes cierto bagaje lector o cinematográfico, seguro que encuentras similitudes en ciertos libros y películas, mejor llevados tanto en la trama como la inclusión de los avances científicos. Además de la motivación, que es más de lo mismo.

Lo recomiendo porque te mantiene enganchado a un thriller histórico, con fantásticos personajes, la ambientación en la ciudad, el cementerio, la rapidez de resolución, pero si eres muy lector, puedes prescindir de esta novela, porque no hay nada nuevo.

En El libro del sepulturero podemos encontrar todos los elementos típicos de la novela negra como entrevistas a sospechosos, pistas falsas, giros inesperados, algo de acción, peligros y, claro está, bastante sangre. La narrativa de Oliver Pötzsch es entretenida, la trama engancha y los personajes no están mal del todo, pero se trata de un libro que pasaría sin pena ni gloria si no fuese por la inclusión del personaje del sepulturero, el cual nos va destripando a lo largo de la historia una serie de curiosidades sobre su tétrico oficio a través de las páginas del libro que está escribiendo para sus compañeros de gremio y que entra en detalles (incluidos los más morbosos) como la descomposición de los cádaveres, entre otros temas. Este Agustín es un personaje estrafalario, pero bastante entrañable en el fondo, además de práctico y valiente, y su participación en la historia como eje conductor de todo lo que ocurre, logran que el libro esté contado de una forma muy original.
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El libro me ha gustado, aunque a veces se me hacía un pelín largo.
Me lo leí porque me lo recomendaron en un club de lectura, cuando salió el segundo.
El libro está ambientado en Viena del siglo 19. Ahí llega un nuevo inspector con ideas y métodos nuevos, que no caen muy bien en la comisaría a la que llega: cámaras fotográficas, coger pruebas, observar la escena del crimen, etc... El libro empieza con una mujer asesinada, en el Prater. Y ahí empieza la investigación.
La investigación se mezcla con un posible suicidio del hermanastro de Strauss. Y ahí es donde entra el Sepulturero. Una figura que me ha gustado mucho, aunque no se descubre su pasado.
Bien, lo recomiendo.

Tenía muchísimas ganas de leer este libro y me he llevado una gran sorpresa. No estoy hecha para él.

La introducción ha sido perfecta pero antes de la mitad ha empezado a decaer y al final ha caído. Sinceramente no me ha gustado el desarrollo del nudo y ya el final ni os cuento.

Me ha gustado el ambiente de Viena a finales del siglo XIX y las diferencias de barrios y clases. Me quito el sombrero con el estudio que ha tenido que hacer.
Pero lo mejor, es sin duda lo que transcurre dentro del Cementerio Central. Chapó. Augustin es sin duda el mejor personaje del libro. Es el sepulturero, le toman por un espantapájaros pero ese hombre es más inteligente que todos los policías juntos.

El resto de los personajes no he empatizado con ellos. Me parecen muy típicos y ya me canso. Está el detective con cerebro, la chica guapa, la cotilla, el jefe capullo ....
¿Leería el segundo libro? Depende

Lo siento, pero este libro, no es para mí.