Una mujer en el frente

Un testimonio valiente, sincero, conmovedor, terrible pero poderoso y también muy hermoso, en el que la autora y protagonista nos demuestra que, además del sufrimiento de una guerra, que la vapuleó, maltrató y le hizo vivir lo más horrible para una mujer, también luchó con todas sus fuerzas por su supervivencia, y nos demostró así sus ganas de vivir y además pudo contarlo.

Alaine Polcz la autora y protagonista, nació en el año 1922 en una ciudad que en la actualidad pertenece a Rumanía, de familia acomodada, se casó con tan solo diecinueve años con un hombre muy egoísta y que nunca supo entenderla y con el que mantuvo, como también nos relata en el libro, unas difíciles relaciones.

¿Cómo hablar de este libro sin que te conmueva? Y sin embargo, está escrito por una mujer que vivió en su propia carne las más profundas ofensas y vejaciones durante la Segunda Guerra Mundial.

Lo que es increíble es que su gran humanidad haya encontrado la vía para explicarnos cómo se las arregló para sobrevivir a tanto dolor y sufrimiento.

Un pequeño repaso histórico sobre el final de la Segunda Guerra Mundial, las tropas rusas avanzan hacia Berlín, y en su camino, las mujeres fueron las víctimas de violaciones y abusos como los que sufrió la psicóloga y escritora Alaine Polcz, que nos relata en este libro, aunque no pudo publicarse hasta que los rusos abandonaron Hungría en el año 1991 y en plena transición política.

Entonces, la autora y protagonista consiguió descubrir, después de cuarenta años de silencio total, aquellos sufrimientos, las vejaciones, y la brutalidad y violencia que los soldados rusos infringieron a la población femenina durante la guerra.

Por tanto, en el libro encontramos la historia, narrada en primera persona, de la autora.
Comienza, cuando con tan solo diecinueve años, contrae matrimonio con el escritor János en el año 1944, que, por cierto, era un imbécil, así de claro, también nos describe el recorrido por diversas ciudades rumanas en su luna de miel, hasta que los rusos entran en el país y asistimos a los muchos enfrentamientos con los alemanes y las represalias producidas.

El matrimonio empieza una desenfrenada carrera en su huída, acosados tanto por los alemanes como por los rusos, de cambios de lugar, hasta que János es detenido y así comienzan los momentos más sobrecogedores de la historia de Alaine, y las repetidas violaciones por parte de las tropas rusas.

Es, también, una historia de todos los abusos y brutalidades que soportaron las mujeres en la Segunda Guerra Mundial. Es, además un homenaje a todas las que sobrevivieron a una gran guerra y a las brutalidades a las que fueron sometidas tantas mujeres.

Más tarde conseguirá huir de todo ese ambiente deshumanizado, sobrevivirá y dará su testimonio, pero algo muy importante en la obra, no hace valoraciones, tampoco las necesita, y lo expresa con una equidad sorprendente y gran capacidad para perdonar.

Consigue un gran relato sencillo, y también muy generoso, conmovedor y sincero.

"Una mujer en el frente", nace de una grabación que la autora le envía a una amiga y esta le recomendó publicarla. Así en 1991, en plena transición política de su país, Hungría, salió la obra que tuvo un gran y merecido éxito.

En definitiva, es una historia real, un libro terrible y hermoso, también lleno de belleza y muy impactante, que la autora tuvo el valor y la valentía de contar.

Es su vida y sufrimiento en aquel infierno de guerra y terror, de bombas, de violaciones y violencia, de enfermedad y hambruna, de la indiferencia de sus seres queridos, del horror y la brutalidad que tuvo que soportar y a las que sobrevivió.

Me ha gustado mucho. Una obra de supervivencia muy bien contada y en el que a pesar de tanto sufrimiento, también percibimos la esperanza.

Me ha recordado a otro libro titulado “Una mujer en Berlín”, que también leí, en el que una mujer anónima y periodista alemana recordó y contó sucesos semejantes sobre los abusos que cometieron las tropas rusas contra las mujeres que se encontraban en Berlín. Un testimonio Igual de trágico y terrible.

Un libro de gran y merecido éxito que, a pesar de lo terrible de la situación por la que pasaron tantas mujeres, también resultó ser un gran alivio y una recompensa, al conseguir que el embajador ruso pidiera perdón por la barbarie y las atrocidades que cometió el ejército ruso en el pasado.

Un relato sencillo, eficaz y un testimonio veraz e inolvidable. Excelente lectura.

¿Cómo hablar de este libro sin que las lágrimas acudan a mis ojos? ¿Cómo plasmar en unas pocas palabras todo el dolor que transmite la autora en 235 páginas? Es imposible, soy consciente de ello, pero al menos quiero intentar que os apetezca descubrir a la maravillosa Alaine Polcz.
Alaine apenas tiene 19 años, está recién casada, está ilusionada y solamente piensa en un futuro lleno de felicidad. Está disfrutando de su luna de miel pero esta felicidad se ve truncada por la guerra y por la forma de ser de su marido. La guerra avanza muy rápido y Alaine se tiene que enfrentar a su crudeza. Por si eso fuera poco, también tiene que luchar contra la indiferencia del impresentable de su marido (siento mis palabras pero odié con todas mis ganas a ese hombre).
Alaine Polcz fue una mujer maravillosa, luchadora, muy positiva y muy generosa. Esto se nota desde la primera página y a medida que se avanza en la lectura se va confirmando. Fue muy generosa con sus actos y fue muy generosa al escribir y compartir su testimonio. Un testimonio muy crudo y doloroso, sin florituras, la realidad que ella misma vivió. Con este testimonio la autora consiguió dar voz a todas las mujeres 'silenciadas' de la guerra, dar voz a un hecho del que no se hablaba y que era necesario conocer. Porque seamos sinceros, siempre que leemos testimonios sobre la guerra son sobre el conflicto en sí, sobre la hambruna y las muertes, pero en este caso la autora se centra en las mujeres. Esas mujeres que han tenido que sufrir brutalidades a manos de los hombres, sobre todo a manos de los soldados rusos. Violaciones, violencia, enfermedades de transmisión sexual, indiferencia, poca humanidad…
Estamos ante un testimonio muy crudo pero muy necesario, un gran homenaje a todas esas mujeres que han vivido estas brutalidades durante la Segunda Guerra Mundial.