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Tenía este ensayo pendiente desde hacía tiempo sabiendo que, por su temática, me iba a gustar mucho, pero es que lo he leído en dos sentadas literalmente, así que me ha conseguido enganchar aún más de lo que pensaba. Se trata de un ensayo que parte del concepto japonés de nagori, la nostalgia de algo que termina, ya sea una estación, una relación, una vida. Se trata de una sensación que engloba no solo el hecho de algo que se va, sino también la nostalgia de sus anteriores etapas, el hashiri (palabra que proviene del verbo correr y hace referencia a lo precursor, el inicio de temporada) y el sakari (apogeo, plena temporada). El libro habla sobre todo del plano gastronómico, por lo que el concepto de estacionalidad tiene todo el sentido (aunque sea algo que en el pasado se vivía con mayor intensidad puesto que no existía la globalización), pero también reflexiona sobre lo que implica para nosotros la estacionalidad. Vivir acorde a las estaciones supone ser consciente de los cambios que se producen a nuestro alrededor y que influyen en los alimentos que vamos a consumir y las actividades que realizamos. Al mismo tiempo, ser conscientes de que la vida es un ciclo nos acerca un poco más a la aceptación de que la vida es finita, que tiene un principio y un fin, y aunque las estaciones en sí vuelvan anualmente, a lo largo de nuestra vida pasaremos por distintos estadios hasta convertirnos en otra cosa. Hay en la concepción estacional de la vida algo bueno, una preparación para lo que está por llegar que, en muchas ocasiones, esperamos con ilusión, de modo que, aunque exista el nagori, sabemos que llegará un nuevo hashiri para sustituirlo. Ryoko Sekiguchi es una autora japonesa que lleva más de veinte años viviendo en Francia, por lo que su perspectiva en el libro es aún más interesante, puesto que compara las perspectivas occidentales y orientales sobre estos asuntos. Además, el ensayo se fraguó mientras disfrutaba de un año de estancia en Roma gracias a una beca, en la que pudo ser realmente consciente del paso del tiempo. Da qué pensar, al igual que el libro de “Gozo” de Azahara Alonso, que tan solo seamos capaces de observar y percibir lo que sucede en nuestro entorno cuando estamos en un impás diferente en nuestras vidas, cuando nos salimos de la rutina y nos paramos a sentir la vida. + Leer más |