Queridos amantes de lecturas llenas de misterio, de lo sobrenatural, en 1895 se publicó un libro, un libro maldito, que llevaba a todo aquel que lo leía a la locura. Esta es la historia de cómo ese libro llega hasta nuestros días, y de la perdición que trae consigo. Su autor, si bien, podría escribir mil y una aventuras en la expedición literaria, nos deja con tres palmos de narices, ahí le has dado en el ego a más de uno, y tira la piedra para ver si la quieres recoger …o no. Se entremezcla un viaje onírico, terrorífico y fugaz, con la poca realidad que podemos avistar en el horizonte. Tintes de Lovecraft tiñe sus renglones, como un furtivo agazapado en la oscuridad, enredándose en sus renglones y ofreciéndonos un texto que salta de escenarios, de sensaciones con un trasfondo, que tiene un inicio pero que se moldea en cada página que lees. Todo vuelve a regurgitarse desde las entrañas para reiniciarse y te quedas, ¿eing? Dividido en dos actos, ambos compuestos por cuatro capítulos. La trama te va liando y hundiendo más en el mundo lúgubre y onírico, algo desligado de lo que un principio era el nudo de la historia. Empieza con un sueño, un viaje a París. Un sueño en el que nuestro protagonista se veía con una compañera de trabajo. Algo raro es que ambos habían soñado lo mismo y en un momento dado no recuerdan nada de lo que sucede más tarde. Un texto maldito es el inicio y el ¿final? de esta historia, de lo que en su día quiso ser sepultado, sellado y olvidado, pero la persistencia del ser humano, le hace hacer tonterías, como eso de tirarse al abismo, ¡a ver qué pasa! O invocar a tal o cual rey, de color amarillo, por si es el salvador o el señor de la guadaña. Conclusión: Ha sido una lectura muy interesante, más si eres amante de la novela lúgubre y un tanto desconcertante, que no marca un guion predefinido pero sí desbordante de intriga. Los personajes están bien marcados, aunque se dejan muchos cabos sueltos, ya sea para que hagas tú mismo la película o por decisión de continuarla. Recomendaría esta lectura: Definitivamente SÍ Puntuación 4 ½ de 5 + Leer más |