DESPUES DE TODO

Fue extraño.
Para empezar es un libro que no recomendaría para leer en cuarentena. Este tipo de libros que muestran la monotonía en la que cae la vida en ocasiones, sin disfrazarla o querer darle un sentido a la rutina te pueden jugar una mala pasada cuando tienes tanto tiempo a solas o en compañía en un espacio cerrado donde precisamente las rutinas salvan y no es tan conveniente empezar a preguntarte si es necesario lavar los trastes una y otra y otra y otra vez. (Porque alguien tiene que hacerlo).
Bueno, de eso no va el libro. Pero me pasó que empecé a sentir cierto desazón y aunque tal vez no sea justo adjudicarselo a la lectura. No es precisamente un lugar feliz al cuál "escapar" un ratito.
¿Por qué no leo libros felices?
El caso es:
Ana y su vida, los giros que sigue dando y la gente que llega y se va. Hay párrafos muy poeticos, tiernos y desesperanzadores que por su belleza uno muy bien puede adoptar, sobre todo si te han partido el corazón, si haz sentido abandono o que no encajas en los papeles que te otorgan.
Vemos lo vertiginosa que puede tornarse la vida después de una temporada sin tomar decisiones, lo extraño que puede ser el futuro y las reflexiones de una mujer que está replanteándose enfrentarlo.
Su hija la llama egoísta, pero ¿quién no lo es? Después de todo, Ana vivía en una caja que le habían construido desde el principio y no se enfrentaba a ella pero tampoco le acomodaba y luego cuando se dio cuenta que de hecho podía salir de ésta lo intentó, sin experiencia pero con voluntad.
Es una historia que demuestra una incomodidad gigantesca, que se te puede meter en la piel mientras la lees. ¿Qué es suficiente? Una historia que te contagia la insatisfacción y el desasosiego. Al final de cuentas nadie quiere admitir que se siente así cuando aparentemente la vida es perfecta.
El nombre de Piedad Bonnett siempre me ha atraído y es lo primero que leo de ella. No me encantó, no conecté tanto, no me divertí. Pero espero poder leer más cosas de ella antes de emitir un juicio total de la autora.