La droga dura I

Cuando tú das ordenes, yo las recibo y luego hago lo que me da la gana 

Liarse con un hombre tan inestable como un gatito en medio de una autopista, era una despedida anunciada 

Ella le encantaba, el problema era él. No estaba listo para eso. Seguramente acabaria destrozandola, y el resto, perdiendola; y le gustaba tener una amiga para variar. 

Una vida que, hasta ahora, no habia sido un cuento de hadas, sino mas bien un viaje interestelar

No tenia amigos. Siempre habia estado solo. Cuando conocio a Naia, fue como un rayo de sol que se cuela en un dia lluvioso y triste. 

Siempre habia presumido de ser de los que solo se arrepienten de lo que no hacen

Queria quitar un clavo con otro clavo, pero el sabia que seria como intentar quitar una viga de acero con un simple clavo, un fracaso absoluto 

Tenemos una funeraria, somos socios. Por eso nos gusta disfrutar de la vida a tope en nuestro tiempo libre

Me sale natural fingir ser un santo 

Se reconocer a quien ha nacido en el infierno y ha probado…