Cementerio de secretos

Esta novela ha sido todo un descubrimiento. Tengo que reconocer que aunque soy historiadora del arte, me van más otros periodos históricos, por ejemplo elijo antes las Guerras Mundiales que el Franquismo, pero con un redescubrimiento como este, lo voy a tener mucho más en cuenta a partir de ahora.

¿Cuántas cosas pensáis que se nos esconden a los españolitos de a pie con respecto a los "secretos de estado" de nuestro país? Pues muchísimos, sólo hay que retrotraernos al atentado de Atocha y recordar todo lo que nos quisieron hacer creer. En fin, no me gusta entrar en política, pero esta novela se basa en ella en muchos aspectos.

La novela comienza con una aparición, al contrario de muchas que comienzan con una desaparición. La sorpresa es máxima cuando la mujer que aparece en el desierto del Sáhara es ni más ni menos de Alba Orbe, una niña que desapareció con 5 años. Ahora tiene 38. Es traída de vuelta a su hogar, con su madre y su hermanastra (que también se llama Alba), pero no habla, no se expresa, no reacciona a nada. Necesitan interrogarla y saber qué ha pasado, quién es el responsable de su desaparición, es por eso que la Brigada correspondiente a este tipo de casos acude a Tirso de la Fuente, asesor lingüístico que ya ha colaborado otras veces con la policía determinando según su especialidad quién ha podido ser el criminal o cercando el círculo. Esto es una de las cosas más interesantes de la novela. No tenía ni idea de que especialistas así colaboraran con la policía, y además su trabajo fuera tan determinante. A lo largo de toda la novela Tirso es capaz de desgranar varias veces de dónde procede su interlocutor, si se ha mudado de ciudad, sus orígenes... La verdad es que resulta sorprendente. Ya sabéis que me encanta investigar, y he podido leer que una colaboración de este tipo resultó clave para resolver el caso de Anabel Segura, que much@s recordaréis porque fue un mazazo en nuestro país, en 1993. Fueron muchas las grabaciones que manejó la policía porque los secuestradores se pusieron en contacto con la familia hasta una veintena de veces. Los audios llegaron a manos de los cuatro expertos del área de Acústica forense de la Policía Nacional, inmersa en la aplicación de novedosas técnicas científicas que despertaban recelos. Aún así, sus análisis dieron sus frutos y los investigadores lograron elaborar el «pasaporte vocal» de Emilio Muñoz, uno de los secuestradores, y les puso sobre la mesa un perfil bastante exacto de la persona que exigía en esas cintas el rescate. Aunque solo fue un elemento más en esa compleja investigación, la palabra «bolo», un término toledano que se oían de fondo, también contribuyó a determinar la zona donde podrían encontrarse los secuestradores y cerrar el cerco. Me parece algo interesantisimo, y es la primera vez que me lo encuentro en una novela, no del todo negra, porque tiene un poco de todo, pero el autor ha sabido darle una valía brutal y convertirlo en la gran característica de uno de los protagonistas, algo super original y que todos comentamos en el encuentro virtual.

El autor se basa para escribir la historia en algo real, el Proyecto Islero, algo que ocurrió en nuestro país, y que fue ni más ni menos la intención por parte de Franco de crear un arsenal nuclear en España, para así convertir el país en "uno de los grandes a tener en cuenta". Evidentemente era un peligro para el mismo país tener esto, pero la gracia era en que con ese país no se jugaba si tenías armamento nuclear, "por si acaso" y eso era lo que buscaba Franco. Es un proyecto que existió de verdad, y quien estuvo al mando fue el físico y militar Guillermo Velarde, que contó en sus memorias todas las presiones que recibieron de EEUU para que el proyecto fracasara. Pues basándose en esto que es un hecho real y poca gente conoce, el autor de la novela crea un historia con la desaparición de esta niña y mucho más, con bastantes licencias para crear una historia en el presente de acción, destape de secretos y peligro, para evitar que se sepa lo que ocurrió antaño, ya que en la novela ocurren un montón de cosas que si se supieran, supondría cuestionar mucho de lo que se hizo en el país y de lo que se sigue guardando ahora. El autor crea una historia en la que el lector tiene se enfrenta al juego de ver que se cree y que no se cree del relato, que pudo ser verdad y que otra cosa está exagerada o se le han añadido cosas, como por ejemplo el episodio de Fraga bañándose en Palomares, algo que ocurrió de verdad y el autor lo explica de maravilla y además añade algunas pinceladas que te dejan con la boca abierta.

La narración es muy ágil y dinámica, puede parecer un tema denso, pero el autor consigue que no lo sea, porque hay diálogo, momentos de tensión, momentos de auténtico peligro en los que tendremos el corazón en un puño, no olvidemos que es un thriller, e incluso en las explicaciones técnicas que alguna hay, lo que te provoca es curiosidad, no te aburre, porque está contado realmente como un cuento, acompañado de anécdotas o de momentos históricos que podemos recordar.

En cuanto a los personajes, los hay de todo tipo pero el protagonista absoluto es Tirso. Un héroe que no está destinado a ello porque es un simple lingüista y colaborar esporádico de algunos casos, pero este será el caso de su vida, se meterá hasta el fondo en esta historia y ya no podrá salir de ella aunque quiera, y aunque reciba amenazas y teman por su vida él y los suyos. Además contará, sobra todo a partir de la mitad de la novela con una colaboradora que no esperaba para nada, y juntos desvelarán todo el caso, poniendo en riesgo sus vidas. Porque al igual que hay un héroe, su antagonista, un personaje con una maldad inusitada, que se toma como algo personal parar los pasos de Tirso, nos dejará momentazos que no veremos venir, dignos de una película policíaca, sobre todo en la escena final y en la escena de la caravana, que yo visualizaba perfectamente mientras leía. Y es que se nota cuando un autor es guionista, porque te ofrece unas escenas que tú ves en tu mente y sabes que pueden ser llevadas a la pantalla sin ninguna duda. Habrá otros personajes secundarios, pero la verdad es que todos dejan huella en esta novela, para mí casi ninguno pasa de puntillas, todos son claves para la historia por sus hechos, sobre todo por sus hechos del pasado. Hay personajes con los que vamos a empatizar, a otros lograremos comprendernos y otros tendremos ganas de olvidarlos!

En definitiva, Cementerio de Secretos es una novela que esconde mucho de verdad y algo de ficción, con un ritmo que va in crescendo y una tensión que tiene momentos más pausados y otros de vértigo total, con un protagonista que va a ser difícil de olvidar y un malo malísimo que se lo pondrá crudo. No me extrañaría que Tirso volviera a la carga con nuevos casos después de este debut porque la verdad es que a todos nos ha encantado. Una novela para amantes de la novela histórica por todo lo que ofrece en este sentido, para amantes de la novela negra y el thriller, con un final inesperado y que nos hace reflexionar acerca de lo que esconde nuestro país en la actualidad, cuántos de esos secretos encerrados en el cementerio de España no nos pondrían los pelos de punta si los conociéramos. Totalmente recomendable!
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